viernes, 27 de septiembre de 2013

Gamos y otras faunas de épocas interglaciares


Aunque normalmente en este blog se tratan temas relativos a la fauna propia de los momentos glaciares, en esta entrada voy a hacer una excepción para hablar de los episodios interglaciares.

Se conocen como interglaciares las épocas templadas que acontecieron entre dos glaciaciones. El momento templado actual u Holoceno constituye, para muchos autores, un interglaciar, aunque otros prefieren denominarlo “postglacial”, ya que no hay evidencia clara de que vuelva a producirse otra glaciación. Durante el último interglaciar (acontecido entre 130.000 y 90.000 años antes de la actualidad, aproximadamente) las temperaturas llegaron a ser superiores a las actuales, encontrándose especies como el hipopótamo, el macaco y otras indicativas de climas cálidos, en gran parte de Europa.

La cueva de Camino, perteneciente al conjunto de yacimientos de Pinilla del Valle (Madrid), ha proporcionado un registro fósil con una cronología de 90.000 años, correspondiente al final del último interglaciar. El origen del yacimiento está relacionado con un cubil de hienas, es decir, que fueron estos carnívoros los que acumularon los huesos dentro de la cueva. El conjunto faunístico está compuesto principalmente por ungulados entre los que la especie dominante es el gamo (Dama dama), un cérvido indicativo de clima templado y ambiente forestal. El resto de las especies de ungulados presentes incluyen al ciervo, corzo, jabalí, uro, rebeco, caballo y rinoceronte de estepa. Esta asociación faunística posee gran interés ya que es la única de esta época que se conoce en el centro peninsular, mientras que otros yacimientos ibéricos de la misma cronología se sitúan en el margen mediterráneo.

Dibujo: Diego J. Álvarez Lao
La gran población de gamos constituye el punto de mayor interés de este yacimiento. Se han podido recuperar más de 600 fósiles de esta especie que corresponden a un mínimo de 27 individuos. Esta abundancia de material, unida a la buena conservación de los restos, ha permitido realizar interesantes estudios anatómicos comparativos y clasificar estos gamos a nivel de subespecie como Dama dama geiselana. Esta subespecie, en relación con el gamo actual (del que es su antepasada directa), posee un tamaño ligeramente superior y unas extremidades más esbeltas y alargadas. Sus astas también son bastante diferentes, aunque estas no se han conservado en buenas condiciones en el yacimiento de Camino.

La historia del gamo durante el Cuaternario es muy interesante. Estos cérvidos se extendieron por toda Europa durante los episodios interglaciares, mientras que en las épocas glaciares se retiraban a sus “refugios glaciares”, ubicados en el Mediterráneo oriental y en Asia Menor. Después de cada periodo glaciar, cuando el clima volvía a hacerse benigno, los gamos volvían a expandirse nuevamente por Europa paralelamente a la dispersión de los bosques. Así se fue sucediendo esta expansión y contracción de las poblaciones de gamos a lo largo del Cuaternario. Sin embargo, tras la última glaciación, los gamos no volvieron a recolonizar Europa sino que se quedaron relegados a las mismas áreas en las que se hallaban “refugiados” (Turquía y Asia Menor, principalmente). Este hecho es muy llamativo ya que el clima actual, en la mayor parte de Europa, es favorable para su presencia. ¿Cuál fue entonces la causa de que esta especie no volviese a expandirse por Europa durante el momento templado actual? No está claro, aunque parece muy posible que esté relacionado con la expansión del hombre moderno por toda Europa hace unos 40.000 años.

Los gamos volvieron a colonizar Europa mucho tiempo después, aunque reintroducidos por el propio hombre. Si bien las primeras reintroducciones datan, al menos, de la época del imperio romano, la mayor recolonización se produjo durante los últimos tres siglos. Sobre la historia “reciente” de los gamos, se acaba de publicar un interesante reportaje, cuya lectura recomiendo, en la revista National Geographic titulado “Viajes de ida y vuelta” (número de octubre de 2013, páginas 78-87) en el que se hace una revisión de los “viajes” de los gamos por Europa y Asia a lo largo del Cuaternario, a partir de los citados hallazgos de Pinilla del Valle.

Link al artículo original: http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0031018213000692
Link a la noticia en National Geographic: http://www.nationalgeographic.com.es/articulo/ng_magazine/reportajes/8636/viajes_ida_vuelta.html

4 comentarios:

  1. Muy bueno el reportaje de NG, creo que el caso del muflón europeo fue muy parecido.

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  2. Enhorabuena Diego por tu reportaje en NG. Mi hijo pequeño esta alucinando con tu blog. No se pierde una entrada tuya. Tienes un seguidor incondicional en el.

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  3. Gracias, Iván y Fran por vuestros amables comentarios.
    En el caso del muflón hay una diferencia: mientras que el gamo sí que vivió en la península Ibérica en épocas interglaciares anteriores, no se tiene constancia de que haya habido muflones antes de que fuesen introducidos por el hombre.
    Saludos!

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  4. Además parece que el muflón de Córcega, del que proceden buena parte de las introducciones actuales, derivaría de ovejas llevadas por el hombre a la isla hace unos 5000 años y asilvestradas hasta mostrar un fenotipo similar al muflón ancestral (y al anatolio).

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