miércoles, 24 de diciembre de 2014

Recuperación de un cráneo parcial y una mandíbula de rinoceronte lanudo en la cueva de La Rexidora (Cuerres, Ribadesella, Asturias)


Una vez más, el extraordinario yacimiento de la Cueva de la Rexidora (Cuerres, Ribadesella), nos sorprende con un hallazgo excepcional.  Las excavaciones llevadas a cobo durante el pasado verano dejaron al descubierto una gran porción de un cráneo de rinoceronte lanudo. Este cráneo constituye el más completo de esta especie recuperado hasta ahora en Asturias y uno de los mejores de la península Ibérica.
Rinoceronte lanudo / woolly rhinoceros (Coelodonta antiquitatis)
Dibujo: Diego J. Álvarez Lao

El rinoceronte lanudo (Coelodonta antiquitatis), como ya se indicó en una entrada anterior, es una especie extinta que desapareció de Europa y Asia hace unos 12.000 años. Su tamaño sería semejante al del rinoceronte blanco africano actual, pudiendo alcanzar los 4 metros de longitud, 1,85 m de altura a la cruz y un peso que superaría las dos toneladas. Presentaba una elevada joroba tras la frente  y un pelaje denso que le cubría todo el cuerpo. Poseía dos cuernos, uno nasal muy largo (de hasta 1,3 metros de longitud), curvo y aplanado (como un sable), y otro frontal de menor longitud. Algunas de las características correspondientes a las partes que no fosilizan (como el pelo y los cuernos) podemos conocerlas con detalle gracias a los magníficos ejemplares momificados por congelación que se han encontrado en el permafrost de Siberia, perfectamente conservados a lo largo de milenios. Otra fuente para conocer estos detalles son las magníficas representaciones realizadas por los artistas del Paleolítico en cuevas como Rouffignac o Chauvet, ambas en Francia. Restos de este rinoceronte han sido hallados hasta la fecha en 27 yacimientos ibéricos, cuatro de ellos asturianos (incluyendo la cueva de Jou Puerta, de la que también se trató en entradas anteriores). La presencia de esta especie nos indica que, por aquel entonces (hace unos 30.000 años), Asturias tenía un clima muy frío y árido y que el paisaje sería de tipo estepa, con predominio de vegetación herbácea y algunos árboles tipo coníferas. Los restos de reno hallados también en este yacimiento confirman la existencia de este clima extremadamente frío.

Cráneo parcial y mandíbula de rinoceronte lanudo (Coelodonta antiquitatis)Hallados en la cueva de la Rexidora.
Foto: Diego J. Álvarez Lao
El fragmento craneal sobre
el contorno de un cráneo completo
de rinoceronte lanudo.
Ilustración: Diego J. Álvarez Lao
El cráneo de La Rexidora conserva los dos maxilares superiores con casi todos sus dientes, el paladar y parte de la base del cráneo (correspondiente al esfenoides y las apófisis pterigoideas). Los hallazgos de restos craneales de esta especie en la península Ibérica, salvo excepciones, suelen restringirse a piezas dentales aisladas. Este ejemplar es, por tanto, muy singular, ya que nos permite conocer, entre otras cosas, la edad de muerte del animal. El cráneo conserva dos dientes de leche y, bajo ellos, las correspondientes piezas definitivas en crecimiento. El grado de desarrollo y desgaste dental sugieren que el animal murió cuando apenas contaba con 4 o 5 años de vida. Al hallazgo de este cráneo se le une el de una mandíbula de otro individuo de la misma especie. Aunque parte de ésta se recuperó en la primera campaña de excavación, el descubrimiento de nuevos fragmentos ha permitido reconstruir una buena porción del ejemplar, incluyendo la rama izquierda casi completa (con toda su dentición), parte de la derecha y la sínfisis. Esta mandíbula corresponde a un segundo individuo también joven pero algo mayor, de unos 7 u 8 años de vida. El yacimiento de La Rexidora tiene su origen en una trampa natural, es decir, una sima (pozo natural formado en la roca caliza) por la que se cayeron los animales accidentalmente, quedando sus restos depositados en el fondo. Esto es coherente con el hecho de que una buena parte de estos animales sean jóvenes, ya que su inexperiencia les hace ser menos precavidos y más susceptibles de verse envueltos en situaciones peligrosas.

Las labores de excavación y extracción del cráneo requirieron cuidados extremos ya que se  encontraba en condiciones de gran fragilidad y parcialmente incluido dentro de una gruesa costra estalagmítica, lo que dificultó mucho su extracción. El trabajo de restauración fue largo y laborioso, prolongándose durante más dos meses, pues requirió la eliminación de la costra estalagmítica por medio de métodos mecánicos, consolidado de las piezas y reconstrucción de todos los fragmentos.

Las excavaciones en la cueva de La Rexidora, además de estos fósiles, han proporcionado hasta la fecha una numerosa colección de restos de esta especie, incluyendo algunos huesos largos cuyo grado de conservación es único a nivel de la península Ibérica. A estos se le suma un conjunto de más de 150 restos de bisonte de estepa, incluyendo un cráneo casi completo del que se habló detalladamente en una entrada anterior. Otras especies halladas en el yacimiento son el ciervo, el reno y la hiena.

Estos nuevos fósiles de Coelodonta antiquitatis constituyen, por tanto, ejemplares de alta singularidad y de relevante valor científico para comprender cómo eran las poblaciones ibéricas de este rinoceronte, una especie emblemática de la “Edad del Hielo”.

La noticia en los medios:

Universidad de Oviedo
Periódico La Nueva España
Periódico El Comercio

3 comentarios:

  1. Estupendo articulo. Gracias por ayudar a conocer esta fauna y sacarla a la luz. se me plantean varias dudas. ¿Por qué no existen pinturas rupestres de rinos en la península? escasez? . ¿Cuál fue el limite sur de distribución de renos y rinos ?

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    Respuestas
    1. Hola Jorge.
      El rinoceronte lanudo en España está poco representado, supongo que debido a que era una especie escasa. Tenemos una representación en arte mueble en la cueva de Las Caldas, Oviedo (es un grabado en una plaquita de piedra). También hay una representación de rinoceronte en la Cueva de Los Casares, Guadalajara, que es atribuible a rinoceronte lanudo. Respecto a la máxima distribución hacia el sur, el rinoceronte lanudo alcanzó la latitud de Madrid, a nivel de Europa, mientras que su distribución en China llega aún algo más al sur. El reno, en España, solo se encuentra en la franja Cantábrica y en Cataluña, no hay evidencias más al sur. En el resto de Europa se mantiene más o menos a esta misma latitud. Puedes encontrar más información en estos artículos:
      http://www.rhinoresourcecenter.com/pdf_files/129/1298679685.pdf
      http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0277379113000218
      Gracias por comentar y un saludo!

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  2. Gracias por la respuesta Diego. Ha sido muy ilustrativo y clarificador el artículo que escribisteis en el Quaternary International aportando datos de esas otras especies también raras en Iberia como el "Gulo", "Alopex", "Ovisbos", "Saiga" y "Mammuthus"
    Un Saludo

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