tag:blogger.com,1999:blog-17275378293659275442024-03-13T23:17:46.476-07:00Naturaleza PrimigeniaDiego J. Álvarez Laóhttp://www.blogger.com/profile/05176129896391670390noreply@blogger.comBlogger22125tag:blogger.com,1999:blog-1727537829365927544.post-14461361393010967882017-05-09T05:05:00.000-07:002017-05-12T02:14:02.980-07:00Vídeo sobre la excavación en la Cueva de La Rexidora.<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Breve vídeo donde se muestra el trabajo de excavación en
el yacimiento de la Rexidora y se exponen los resultados principales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/Ul6D9u95l0o/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/Ul6D9u95l0o?feature=player_embedded" width="320"></iframe></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">English version of this video <a href="https://www.youtube.com/watch?v=qbbAcd7sleY" target="_blank">here:</a></span></div>
Diego J. Álvarez Laóhttp://www.blogger.com/profile/05176129896391670390noreply@blogger.com27tag:blogger.com,1999:blog-1727537829365927544.post-6562718883468587542017-04-25T07:16:00.001-07:002017-04-25T07:18:49.413-07:00 Hallazgo de un esqueleto de león prehistórico en Llanes (Asturias)<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 11.0pt;">El ambiente en el que vivieron nuestros antepasados
a finales del Pleistoceno parecería, sin duda, muy hostil a la vista del hombre
actual. No sólo debían enfrentarse a severas oscilaciones climáticas, en que
las temperaturas podían ser semejantes a las que encontramos actualmente en
Siberia, sino que tenían que compartir su territorio con multitud de animales
peligrosos. La fauna que conocieron los primeros <i>Homo sapiens</i> que
llegaron a Asturias se asemejaría la que vive hoy en la sabana africana, con grandes
herbívoros, como los mamuts, rinocerontes, bisontes o caballos; y grandes
“fieras”, como los leones, leopardos y hienas. No obstante, el clima en el que
vivieron estos primeros hombres “modernos” no tendría nada que ver con el de la
sabana, pues era muy frío y árido. Al final de las glaciaciones, esta gran
fauna desapareció: el cambio climático ocurrido en esa época tuvo una gran influencia
en esta crisis ambiental pero, sin duda, el papel del hombre fue también
fundamental. El impacto que tuvo la actividad de nuestros antepasados sobre el
ecosistema ya se hizo notar al final del Paleolítico, pero creció
exponencialmente con la llegada del Neolítico: el hombre se hizo dueño del
territorio y multiplicó su población exponencialmente, modificando el paisaje y
destruyendo el hábitat de los grandes herbívoros, que fueron diezmados (y,
algunos, domesticados). Asimismo, la creciente población humana no podía
compartir el territorio y los recursos con los grandes depredadores. De este
modo, comenzó un proceso de eliminación de los grandes carnívoros que, poco a
poco, fueron reduciendo su extensión hasta desaparecer totalmente de Europa.
Poco nos queda hoy de aquella gran fauna: el ciervo, el jabalí, el corzo y el
rebeco son los únicos grandes herbívoros autóctonos que pueblan hoy el
territorio cantábrico. Junto con ellos, los dos grandes carnívoros: el oso
pardo y el lobo, dos auténticas joyas que deberíamos proteger como nuestro más
valioso patrimonio. <o:p></o:p></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBLQ6e0oSCaUvV-R-AXX-dNh-aLHHSaL-oxp8Q-4AGjzgXoj64qbMCHkdZ4oStKFg8a9PQgxnnLCow_yS6-LAH4KV3kIdMzQSBf3ZDIqMVOkbcJtl7nnth1tjBp0QbWC0BPT0zc6oZRSmm/s1600/Cr%25C3%25A1neo+b.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="202" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBLQ6e0oSCaUvV-R-AXX-dNh-aLHHSaL-oxp8Q-4AGjzgXoj64qbMCHkdZ4oStKFg8a9PQgxnnLCow_yS6-LAH4KV3kIdMzQSBf3ZDIqMVOkbcJtl7nnth1tjBp0QbWC0BPT0zc6oZRSmm/s320/Cr%25C3%25A1neo+b.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Vista lateral del cráneo de león (<i>Panthera leo</i>)<br />Foto: Diego J. Álvarez-Lao</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 11.0pt;">Afortunadamente, cada vez son más y mejores las
evidencias que nos hablan de cuáles y cómo eran aquellos animales que
compartieron Asturias con nuestros antepasados hace algunos miles de años. El
hallazgo más reciente viene del concejo de Llanes, el más prolífico de Asturias
en vestigios de nuestra prehistoria. Se trata de una sima situada al pie del
Cuera, muy cercana a la localidad de Porrúa, donde hace tres años los
espeleólogos Pablo Solares, Victoria Álvarez y </span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 11pt;">Emma Prieto</span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 11.0pt;"> <span lang="ES-TRAD">descubrieron los restos de un león (<i>Panthera leo</i>). A
principios del presente año se llevó a cabo una excavación en la que se
recuperaron gran cantidad de restos del citado félido. Junto con él, se
hallaron también algunos restos de leopardo y de lobo. La cavidad, comunicada
al exterior por una sima (pozo natural) vertical de 16 metros, actuó como una
trampa natural por la que estos animales cayeron accidentalmente y murieron,
bien por el impacto o por inanición, al no poder encontrar alimento. La mera
presencia de dos especies tan infrecuentes en los yacimientos Asturianos, como
el león y el leopardo, ya le confiere una alta relevancia al yacimiento. Hasta
la fecha sólo se habían citado restos de león en las cuevas asturianas de </span></span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 11.0pt;">Quintanal (Llanes),
Balmori (Llanes), Jou’l Llobu (Onís), La Parte (Siero) y la Paloma (Oviedo). </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 11.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4Razg1qnLNSSCDo_KHnUBpyTKaItXeHYY50LADIozDMXttDPfHWmWaVE5xJT83PL3qxuSX9wV08RM8VNKndP2WFttJljQQ6rHovf30W50uAUdP7R0VsAuLHIDO7D7S_mZZc3yJfXozcle/s1600/Cr%25C3%25A1neo+y+extremidades+anteriores+b.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4Razg1qnLNSSCDo_KHnUBpyTKaItXeHYY50LADIozDMXttDPfHWmWaVE5xJT83PL3qxuSX9wV08RM8VNKndP2WFttJljQQ6rHovf30W50uAUdP7R0VsAuLHIDO7D7S_mZZc3yJfXozcle/s320/Cr%25C3%25A1neo+y+extremidades+anteriores+b.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Cráneo y extremidades anteriores del león.<br />Foto Diego J. Álvarez-Lao</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 11.0pt;">Los
restos de la sima porruana son los más numerosos y mejor conservados: se ha
recuperado una buena porción del cráneo, con sus mandíbulas, y gran parte de
las extremidades anteriores, incluyendo las “manos”, que se encuentran muy
completas. El resto del esqueleto es más fragmentario. Tras una minuciosa
restauración, que ha llevado más de dos meses, parte del esqueleto ha podido
ser reconstruido, resultando de una gran espectacularidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 11.0pt;">El
estudio científico está actualmente en curso y se publicará próximamente. La edad del yacimiento aún es una incógnita: se espera
datar el esqueleto (mediante el método del Carbono 14) en corto plazo, aunque,
con toda probabilidad, su edad corresponde al Pleistoceno Superior, muy posiblemente
entre 20.000 y 40.000 años. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 11.0pt;">El
león que vivió en Europa durante el Pleistoceno pertenecía a la misma especie
del actual león africano, pero su aspecto era diferente. En primer lugar, era
de tamaño y robustez apreciablemente mayor. Por otra parte, aunque no hay
evidencias concluyentes, todo apunta a que los machos no tenían la
característica melena que lucen los africanos. Esta pista procede del arte
paleolítico: ninguno de los leones representados en las cuevas europeas posee
este rasgo tan llamativo, incluso cuando están representando explícitamente
ejemplares machos (como es el caso del famoso grabado de Les Combarelles, en
Francia). <o:p></o:p></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9Am3I1H4B0m0j1pBeOlRtCO4ggs8vno2EYwNxNFODFGASTqBrgutLu86LAIv4sN_k4Xdv5AMJbz3IxH4UgEOHdxv2fBHirHkFPJ1a2kg0C0OvMXz7KqhSUMa4Z9j0yZgTMrlC-Nh0NhGA/s1600/Boca+le%25C3%25B3n+b.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9Am3I1H4B0m0j1pBeOlRtCO4ggs8vno2EYwNxNFODFGASTqBrgutLu86LAIv4sN_k4Xdv5AMJbz3IxH4UgEOHdxv2fBHirHkFPJ1a2kg0C0OvMXz7KqhSUMa4Z9j0yZgTMrlC-Nh0NhGA/s200/Boca+le%25C3%25B3n+b.jpg" width="173" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">León (<i>Panthera leo</i>)<br />Ilustración: Diego J. Álvarez-Lao</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 11.0pt;">Los
leones llegaron a Europa durante el Pleistoceno Medio, hace unos 600.000 años.
Antes de su llegada, el máximo depredador europeo era el denominado “tigre de
dientes de sable” <i>Homotherium latidens</i>. Durante un tiempo, ambos
depredadores coexistieron en competencia. En Asturias tenemos una evidencia del
tigre de dientes de sable en el yacimiento de El Milagro (Onís). Finalmente, este
gran félido desapareció hace unos 400.000 años, dejando el lugar de máximo
depredador al león, que dominará Europa hasta que los seres humanos lo exterminaron,
hace apenas 14.000 años. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 11.0pt;">La
proliferación en los últimos años de obras públicas y de exploración
espeleológica, sobre todo en el oriente de Asturias, está proporcionando una
cantidad y calidad de hallazgos sin precedentes y permitiendo conocer con gran
detalle la fauna y el ambiente en el que vivían nuestros antepasados
paleolíticos. Debemos sentirnos afortunados de contar con tan valioso
patrimonio. <o:p></o:p></span></div>
Diego J. Álvarez Laóhttp://www.blogger.com/profile/05176129896391670390noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-1727537829365927544.post-90320804999582406892016-04-14T01:13:00.000-07:002016-04-14T01:33:14.492-07:00La fauna de Asturias hace medio millón de años.<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Actualmente existe un
gran volumen de información acerca de los tiempos prehistóricos en Asturias, no
obstante, en su inmensa mayoría esta información corresponde tan solo a los
últimos 50.000 años, es decir, la segunda mitad del episodio denominado
Pleistoceno Superior. El periodo Cuaternario, sin embargo, abarca un lapso
temporal mucho más amplio, que empieza hace 2,58 millones de años y llega hasta
el presente. Lo que ocurrió durante los primeros tiempos del Cuaternario, las
épocas denominadas Pleistoceno Inferior y Medio, es prácticamente desconocido
en Asturias y, en general, en toda la cornisa cantábrica. Aunque tenemos
certeza de la presencia humana en localidades como Cabo Busto, hace al menos
300.000 años, no se sabe prácticamente nada de cómo era el ambiente y la fauna
de aquellas épocas en el Norte peninsular. Este vacío de información ocupa un
espacio temporal muy amplio en el que acontecieron importantísimos eventos
climáticos y cambios ambientales. En el resto de la península Ibérica, no
obstante, existen numerosos yacimientos de estas épocas, destacando sobre todos
ellos los de Atapuerca, en Burgos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">El reciente estudio de dos yacimientos asturianos correspondientes
al Pleistoceno Medio aporta algo de luz en el conocimiento de esta Asturias de
hace cientos de miles de años.<o:p></o:p></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6JeGHCfvbVJxNbt7xtZH1q-tE22BcmCJEwLeIWJwYgxu3UvpavNkga0EVnb7kVFK8YTCj_w7kdnKheVhI58UHt6Cm1xrmkMuyfl0LZr1shPhHnhOmSs8PJqUng-o069CmZf_pEQr7dA00/s1600/H%25C3%25BAmero+El+Milagro.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6JeGHCfvbVJxNbt7xtZH1q-tE22BcmCJEwLeIWJwYgxu3UvpavNkga0EVnb7kVFK8YTCj_w7kdnKheVhI58UHt6Cm1xrmkMuyfl0LZr1shPhHnhOmSs8PJqUng-o069CmZf_pEQr7dA00/s320/H%25C3%25BAmero+El+Milagro.jpg" width="171" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.8px;">H</span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.8px;">úmero de <i>Stephanorhinus hemitoechus</i></span></span><br />
<span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.8px;">de la </span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.8px;">Mina El Milagro, Onís. </span></span><br />
<span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.8px;">Foto: Diego Álvarez Lao</span></span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Uno de los yacimientos estudiados
es la denominada mina El Milagro, ubicada en el concejo de Onís, próxima a la
localidad de Mestas de Con. Los fósiles de este yacimiento fueron recuperados
en 1953, durante la explotación de la mina, y fueron estudiados entonces por el
célebre paleontólogo Miquel Crusafont. No obstante, una revisión de estos
materiales a la luz de los avances que se han producido en la paleontología en
los últimos 60 años, permite asignar muchos de estos fósiles a especies diferentes
a las de los estudios iniciales y, de este modo, concretar la edad del
yacimiento. Quizá la pieza más notable del conjunto es un húmero de
rinoceronte, perfectamente conservado, que ha podido asignarse a la especie <i>Stephanorhinus hemitoechus</i>, un rinoceronte
de complexión grácil que suele encontrase en momentos de clima templado. Esta
pieza, teñida parcialmente de verde por los óxidos del cobre que se explotaba
en la mina, se encuentra actualmente expuesta en el Museo de Geología de la
Universidad de Oviedo. Junto con él se halló también un fragmento dental de un
félido de dientes de sable, correspondiente a la especie <i>Homotherium latidens</i>. Este ejemplar, notable por su singularidad ya
que es el único resto de esta especie hallado en Asturias y uno de los pocos
del ámbito cantábrico, fue enviado a Cataluña para su estudio hace más de 60
años y se encuentra actualmente en paradero desconocido. Además de estas
especies, se encontraron también restos de oso, ciervo, otro cérvido de gran
talla, corzo, bisonte y caballo. La edad de este conjunto de faunas puede establecerse
entre hace 600.000 y 400.000 años, una época muy anterior a los hombres
modernos y a los neandertales, que sería contemporánea a algunos de los
yacimientos de Atapuerca. Aunque no se puede determinar con gran precisión cómo
sería el ambiente de esa época, es posible afirmar que el clima no sería frío y
que el paisaje posiblemente presentaría una combinación de bosque y espacios
abiertos en los que podrían acomodarse todas estas especies. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDBIBXOIkKSEU283Ly6Mm7FP6B3SnQPyT9yzvdOIMBO3lJGg14HI3bu2LKAP17rX4zcp01D_4TxbmhKv4JAULe0q3JX8D6OR0GH6mKJXKi6md0HUPgHONJYbmkD-qbtbzDdyKTx28ik233/s1600/P.+solilhacus+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDBIBXOIkKSEU283Ly6Mm7FP6B3SnQPyT9yzvdOIMBO3lJGg14HI3bu2LKAP17rX4zcp01D_4TxbmhKv4JAULe0q3JX8D6OR0GH6mKJXKi6md0HUPgHONJYbmkD-qbtbzDdyKTx28ik233/s320/P.+solilhacus+2.jpg" width="248" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.8px;">Reconstrucción de <i>Praemegaceros solilhacus</i></span><i style="font-family: arial, sans-serif;"><br /> </i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.8px;">Ilustración: Diego Álvarez Lao</span></span></td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">El otro conjunto fósil,
más modesto, fue recuperado en una cantera muy próxima a la villa de Grado.
Entre los restos destaca un fragmento de asta de un cérvido que ha podido ser
clasificado dentro de la especie <i>Praemegaceros
solilhacus</i>, un ciervo gigante cuya presencia en este yacimiento resulta una
novedad dentro del ámbito cantábrico. Junto con él, un rinoceronte y un ciervo
completan el conjunto, permitiendo estimar una edad de entre 800.000 y 500.000
años. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">La información aportada
por estos dos yacimientos es altamente relevante por su singularidad y nos
permite tener una primera aproximación al ambiente en el que vivieron los
homínidos del Pleistoceno Medio en el norte ibérico.</span><br />
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><br /></span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Este estudio se ha publicado recientemente en la revista <a href="http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/bor.12148/abstract" target="_blank">Boreas</a>. </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><br /></span>
</div>
Diego J. Álvarez Laóhttp://www.blogger.com/profile/05176129896391670390noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1727537829365927544.post-33360384994885066882015-12-23T04:15:00.000-08:002015-12-23T04:15:09.103-08:00Cueva de La Rexidora (Ribadesella, Asturias): nuevos resultados cronológicos y paleoambientales. <div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">Las
excavaciones en curso de la Cueva de <a href="http://naturalezaprimigenia.blogspot.com.es/2013/06/el-yacimiento-paleontologico-de-cuerres_20.html" target="_blank">La Rexidora</a> han proporcionado, hasta el
momento, 445 fósiles, en su mayoría excepcionalmente bien conservados. Una
importante proporción de estos restos corresponden a mamíferos propios de clima
frío, como el rinoceronte lanudo (<i>Coelodonta antiquitatis</i>) y el reno (<i>Rangifer
tarandus</i>), dos especies de gran interés dada su escasez en el registro
fósil de la Península Ibérica. Entre los restos de <a href="http://naturalezaprimigenia.blogspot.com.es/2014/12/recuperacion-de-un-craneo-parcial-y-una.html" target="_blank">rinoceronte lanudo</a> se
incluyen elementos muy bien conservados, como una mandíbula, un fémur y gran
parte de un cráneo. El <a href="http://naturalezaprimigenia.blogspot.com.es/2014/03/hallazgo-de-un-craneo-de-bisonte-de.html" target="_blank">bisonte de estepa</a> (<i>Bison priscus</i>) es la especie
dominante en el yacimiento, habiendo proporcionado una importante colección de
fósiles, incluyendo dos cráneos parcialmente conservados y numerosos huesos de las
extremidades. Los carnívoros están representados por un esqueleto parcial
(incluyendo el cráneo casi completo) de una hiena (<i>Crocuta crocuta</i>).<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvQ1eyDC-v48AeDLbQpMMf4BqBk7zjhKWAH4C8gGGEcBTxOCexdpW-mrc0tUg8S9eDvUToE9m_pP9wa1dkbnmTKzskPnHNVBp__Uyg-GCcFtjFxd0XYPbX-KvneAbQyJVhJVu9sNPj2qou/s1600/Rexidora+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="234" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvQ1eyDC-v48AeDLbQpMMf4BqBk7zjhKWAH4C8gGGEcBTxOCexdpW-mrc0tUg8S9eDvUToE9m_pP9wa1dkbnmTKzskPnHNVBp__Uyg-GCcFtjFxd0XYPbX-KvneAbQyJVhJVu9sNPj2qou/s320/Rexidora+1.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Trabajo en la Cueva de La Rexidora.<br />Foto: Daniel Ballesteros</td></tr>
</tbody></table>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">Las
dataciones por Carbono 14 nos han permitido saber que la cueva estuvo ocupada,
al menos entre 44.500 y 37.600 años antes de la actualidad. Esta época del
Pleistocenos Superior se corresponde con el denominado Estadio Isotópico 3 (MIS
3), un episodio de inestabilidad climática caracterizado por el acontecimiento
de cambios climáticos rápidos y extremos, desde de frío intenso hasta templado.
Estas dataciones son contemporáneas con la máxima expansión de la fauna fría
registrada en la Península Ibérica, así como con el comienzo de la retirada de
los glaciares en la Cordillera Cantábrica. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">Las
evidencias geológicas y geomorfológicas sugieren que la acumulación sedimentaria se
formó como consecuencia de fenómenos de gravedad en una dolina de colapso,
rellena por una acumulación de sedimento arcilloso-limoso junto con huesos y cantos
de caliza. La ausencia de marcas en los huesos producidas por carnívoros o
humanos, sugiere que la dolina actuó como trampa natural para los animales que
cayeron en ella, incluida la hiena. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">Los
estudios de polen indican que el ambiente en el que vivieron estos animales sería
fundamentalmente abierto, con predominancia de plantas herbáceas estépicas y
xéricas, indicando que las condiciones ambientales eran muy áridas. Los árboles
estaban en muy baja proporción. Tanto la fauna como la flora proporcionan
nuevas evidencias del desarrollo de paisajes esteparios fríos y áridos en el
noroeste ibérico durante esta parte del Pleistoceno Superior. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">Las
excavaciones en este yacimiento siguen su curso. En volumen de sedimento aún
sin excavar es muy grande, lo que garantiza que aún quedan numerosos e
interesantes hallazgos por venir. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Estos resultados se han
publicado recientemente en la revista <a href="http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1040618215005996" target="_blank">Quaternary International</a>. <o:p></o:p></span></div>
Diego J. Álvarez Laóhttp://www.blogger.com/profile/05176129896391670390noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1727537829365927544.post-44898943050321844212014-12-24T09:07:00.001-08:002014-12-24T09:12:02.122-08:00Recuperación de un cráneo parcial y una mandíbula de rinoceronte lanudo en la cueva de La Rexidora (Cuerres, Ribadesella, Asturias)<br />
<div style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">Una vez más, el extraordinario
yacimiento de la Cueva de <a href="http://naturalezaprimigenia.blogspot.com.es/2013/06/el-yacimiento-paleontologico-de-cuerres_20.html" target="_blank">la Rexidora</a> (Cuerres, Ribadesella), nos sorprende con
un hallazgo excepcional.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Las
excavaciones llevadas a cobo durante el pasado verano dejaron al descubierto
una gran porción de un cráneo de rinoceronte lanudo. Este cráneo constituye el
más completo de esta especie recuperado hasta ahora en Asturias y uno de los
mejores de la península Ibérica. </span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNVqCWpHDHQVXsatgV-VOV21-DG6ctYEd5aNLfFwjiHkeb2UDx-SBSTtNnGW9BR7DlIQ8jxgtIoYKBqhd4RibqASYyrVg-tONcYi_GEjffI_akh6iPsBlvjG2mcL7-cJGaooGfV4LszvHo/s1600/Rinoceronte+lanudo+Cuerres+I3.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNVqCWpHDHQVXsatgV-VOV21-DG6ctYEd5aNLfFwjiHkeb2UDx-SBSTtNnGW9BR7DlIQ8jxgtIoYKBqhd4RibqASYyrVg-tONcYi_GEjffI_akh6iPsBlvjG2mcL7-cJGaooGfV4LszvHo/s1600/Rinoceronte+lanudo+Cuerres+I3.jpg" height="208" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Rinoceronte lanudo / woolly rhinoceros (<i>Coelodonta antiquitatis</i>)<br />Dibujo: Diego J. Álvarez Lao</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">El rinoceronte lanudo (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Coelodonta antiquitatis</i>), como ya se
indicó en una <a href="http://naturalezaprimigenia.blogspot.com.es/2013/05/el-rinoceronte-lanudo-en-la-peninsula.html" target="_blank">entrada anterior</a>, es una especie extinta que desapareció de
Europa y Asia hace unos 12.000 años. Su tamaño sería semejante al del
rinoceronte blanco africano actual, pudiendo alcanzar los 4 metros de longitud,
1,85 m de altura a la cruz y un peso que superaría las dos toneladas.
Presentaba una elevada joroba tras la frente<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>y un pelaje denso que le cubría todo el cuerpo. Poseía dos cuernos, uno
nasal muy largo (de hasta 1,3 metros de longitud), curvo y aplanado (como un
sable), y otro frontal de menor longitud. Algunas de las características
correspondientes a las partes que no fosilizan (como el pelo y los cuernos)
podemos conocerlas con detalle gracias a los magníficos ejemplares momificados
por congelación que se han encontrado en el permafrost de Siberia,
perfectamente conservados a lo largo de milenios. Otra fuente para conocer
estos detalles son las magníficas representaciones realizadas por los artistas
del Paleolítico en cuevas como Rouffignac o Chauvet, ambas en Francia. Restos
de este rinoceronte han sido hallados hasta la fecha en 27 yacimientos
ibéricos, cuatro de ellos asturianos (incluyendo la cueva de Jou Puerta, de la
que también se trató en <a href="http://naturalezaprimigenia.blogspot.com.es/2013/12/el-yacimiento-pleistoceno-de-jou-puerta.html" target="_blank">entradas anteriores</a>). La presencia de esta especie nos
indica que, por aquel entonces (hace unos 30.000 años), Asturias tenía un clima
muy frío y árido y que el paisaje sería de tipo estepa, con predominio de
vegetación herbácea y algunos árboles tipo coníferas. Los restos de reno
hallados también en este yacimiento confirman la existencia de este clima
extremadamente frío. </span></div>
<br />
<div style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9ldc1FpqGwJIjLDWTTH31tP3wLWki5lP5Dba4GDBnWAqHnYyj0W8lnOLLpLlkKlZaQi4qw6XuyJzcbLeUpV_-sTlQaMcBtccmlD4AyBIAI_fXVdjiQwqwms123czU_6vu0MU2O9Ge56TI/s1600/Rinoceronte+lanudo+Cuerres+I1.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9ldc1FpqGwJIjLDWTTH31tP3wLWki5lP5Dba4GDBnWAqHnYyj0W8lnOLLpLlkKlZaQi4qw6XuyJzcbLeUpV_-sTlQaMcBtccmlD4AyBIAI_fXVdjiQwqwms123czU_6vu0MU2O9Ge56TI/s1600/Rinoceronte+lanudo+Cuerres+I1.jpg" height="393" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cráneo parcial y mandíbula de rinoceronte lanudo (<i>Coelodonta antiquitatis</i>)Hallados en la cueva de la Rexidora. <br />Foto: Diego J. Álvarez Lao</span></td></tr>
</tbody></table>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFm_foiIUUm2v8YOpbLxtJ2vcuh5tR0RP7MUpIaR2F7Pi_PVX2KCo0-37KGUg2cirjIn78h-cEpkMTkybM1mMGYz-AtTOVUCabbpzd52fLCjMHQqK8zY9gvySW5R8AnoQCiZNVnoFGRLGJ/s1600/Rinoceronte+lanudo+Cuerres+I2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFm_foiIUUm2v8YOpbLxtJ2vcuh5tR0RP7MUpIaR2F7Pi_PVX2KCo0-37KGUg2cirjIn78h-cEpkMTkybM1mMGYz-AtTOVUCabbpzd52fLCjMHQqK8zY9gvySW5R8AnoQCiZNVnoFGRLGJ/s1600/Rinoceronte+lanudo+Cuerres+I2.jpg" height="320" width="171" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El fragmento craneal sobre<br />el contorno de un cráneo completo <br />de rinoceronte lanudo.<br />Ilustración: Diego J. Álvarez Lao</span></td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-family: Arial;">El cráneo de La Rexidora conserva los
dos maxilares superiores con casi todos sus dientes, el paladar y parte de la
base del cráneo (correspondiente al esfenoides y las apófisis pterigoideas).
Los hallazgos de restos craneales de esta especie en la península Ibérica,
salvo excepciones, suelen restringirse a piezas dentales aisladas. Este
ejemplar es, por tanto, muy singular, ya que nos permite conocer, entre otras
cosas, la edad de muerte del animal. El cráneo conserva dos dientes de leche y,
bajo ellos, las correspondientes piezas definitivas en crecimiento. El grado de
desarrollo y desgaste dental sugieren que el animal murió cuando apenas contaba
con 4 o 5 años de vida. Al hallazgo de este cráneo se le une el de una
mandíbula de otro individuo de la misma especie. Aunque parte de ésta se
recuperó en la primera campaña de excavación, el descubrimiento de nuevos fragmentos
ha permitido reconstruir una buena porción del ejemplar, incluyendo la rama
izquierda casi completa (con toda su dentición), parte de la derecha y la
sínfisis. Esta mandíbula corresponde a un segundo individuo también joven pero
algo mayor, de unos 7 u 8 años de vida. El yacimiento de La Rexidora tiene su
origen en una trampa natural, es decir, una sima (pozo natural formado en la
roca caliza) por la que se cayeron los animales accidentalmente, quedando sus
restos depositados en el fondo. Esto es coherente con el hecho de que una buena
parte de estos animales sean jóvenes, ya que su inexperiencia les hace ser
menos precavidos y más susceptibles de verse envueltos en situaciones
peligrosas. </span></div>
<br />
<div style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">Las labores de excavación y extracción
del cráneo requirieron cuidados extremos ya que se<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>encontraba en condiciones de gran fragilidad
y parcialmente incluido dentro de una gruesa costra estalagmítica, lo que
dificultó mucho su extracción. El trabajo de restauración fue largo y laborioso,
prolongándose durante más dos meses, pues requirió la eliminación de la costra estalagmítica
por medio de métodos mecánicos, consolidado de las piezas y reconstrucción de
todos los fragmentos. </span></div>
<br />
<div style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">Las excavaciones en la cueva de La
Rexidora, además de estos fósiles, han proporcionado hasta la fecha una
numerosa colección de restos de esta especie, incluyendo algunos huesos largos
cuyo grado de conservación es único a nivel de la península Ibérica. A estos se
le suma un conjunto de más de 150 restos de bisonte de estepa, incluyendo un
cráneo casi completo del que se habló detalladamente en una <a href="http://naturalezaprimigenia.blogspot.com.es/2014/03/hallazgo-de-un-craneo-de-bisonte-de.html" target="_blank">entrada anterior</a>.
Otras especies halladas en el yacimiento son el ciervo, el reno y la hiena.</span></div>
<br />
<div style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">Estos nuevos fósiles de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Coelodonta antiquitatis</i> constituyen, por
tanto, ejemplares de alta singularidad y de relevante valor científico para
comprender cómo eran las poblaciones ibéricas de este rinoceronte, una especie
emblemática de la “Edad del Hielo”. </span><br />
<span style="font-family: Arial;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial;">La noticia en los medios:</span><br />
<span style="font-family: Arial;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial;"><a href="http://www.uniovi.es/comunicacion/noticias/-/asset_publisher/33ICSSzZmx4V/content/investigadores-recuperan-el-craneo-de-un-rinoceronte-lanudo-en-la-cueva-de-la-rexidora-en-ribadesella;jsessionid=414CE052203FA021A0FD02F19FB9A7F7?p_p_auth=sA75MywF&redirect=%2F" target="_blank">Universidad de Oviedo</a></span><br />
<span style="font-family: Arial;">Periódico <a href="http://www.lne.es/asturias/2014/12/23/recuperan-ribadesella-craneo-rinoceronte-lanudo/1690341.html" target="_blank">La Nueva España</a></span><br />
<span style="font-family: Arial;">Periódico <a href="http://www.elcomercio.es/sociedad/201412/23/investigadores-recuperan-craneo-rinoceronte-20141223111543.html" target="_blank">El Comercio</a></span></div>
Diego J. Álvarez Laóhttp://www.blogger.com/profile/05176129896391670390noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1727537829365927544.post-31749830023227604772014-07-28T13:49:00.000-07:002014-07-29T01:22:43.582-07:00El fémur del elefante de Buelna (Llanes, Asturias)<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: Arial;"> </span><span style="font-family: Arial;">El siguiente texto fue escrito a
petición del periódico asturiano La Nueva España, en relación con una serie de
artículos que vienen publicándose los últimos meses sobre piezas notables del
Museo Arqueológico de Asturias. Se publicó el pasado sábado 26 de julio de
2014.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">Son muchas las pruebas que tenemos de
que Asturias estuvo poblada por una fauna de grandes mamíferos, tanto
herbívoros como carnívoros, hasta tiempos geológicamente recientes. Nuestros
antepasados paleolíticos convivieron con estos animales a los que cazaron y
representaron artísticamente. Quizá la sabana africana sería el mejor análogo
actual para hacernos una idea de cómo sería la comunidad animal que campaba por
nuestros prados y bosques hace apenas unos miles de años.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">Aunque el registro de fauna cuaternaria
de Asturias es muy rico, los hallazgos de restos de mamíferos de gran talla no
son abundantes: apenas 15 yacimientos han proporcionado restos de elefantes y
rinocerontes en nuestra región. El área costera-oriental de Asturias alberga la
mayor concentración de hallazgos de este tipo, en relación con la existencia de
grandes masas de rocas calizas que componen una parte importante de dicho
territorio: el clima húmedo y templado propicia la disolución de las calizas
dando lugar a la formación de multitud de cuevas y simas, que constituyen el
medio ideal para que los vestigios de tiempos prehistóricos se conserven y
lleguen hasta nuestros días. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">La pieza que hoy nos ocupa es un fémur derecho
de un elefante que fue recuperado, junto con una buena parte de su esqueleto, en
una cueva costera situada en las proximidades de la cala de la Silluca, en la
localidad Llanisca de Buelna. Los restos fueron extraídos entre los años 1997 y
1998, aunque su presencia se conocía con anterioridad, pues fueron ya documentados
por G. Mary en 1979. No están claras las circunstancias por las que este
elefante llegó hasta la cueva, aunque no parece haber ninguna relación con
actividad humana.<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYmIsF2NaCwuo3gteUD3ZA21CvszfugSYqtSn4S_QYAvPyyJr6uWDuutt_UsETZGKlTKkv0Cik7We6t3QTLunE6FjIyLYKm20Qf1Fe4TC6AeniyCR9lcvK3N4OC3lRVGy1V9ZbpQJl9n2_/s1600/F%C3%A9mur+Buelna.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYmIsF2NaCwuo3gteUD3ZA21CvszfugSYqtSn4S_QYAvPyyJr6uWDuutt_UsETZGKlTKkv0Cik7We6t3QTLunE6FjIyLYKm20Qf1Fe4TC6AeniyCR9lcvK3N4OC3lRVGy1V9ZbpQJl9n2_/s1600/F%C3%A9mur+Buelna.jpg" height="226" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Foto: Diego J. Álvarez Lao</td></tr>
</tbody></table>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">Estudios paleontológicos de esta pieza,
así como de uno de los molares asociados a ella, han permitido clasificar al
elefante en cuestión dentro de la especie <i>Palaeoloxodon antiquus</i>, tal como
consta en los trabajos publicados por A. Mazo, A. Pinto Llona y E. Aguirre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">Lo primero que llama la atención del
fémur de Buelna son sus grandes dimensiones: mide </span><st1:metricconverter productid="1,22 metros"><st1:time hour="1" minute="22"><span style="font-family: Arial;">1,22</span></st1:time><span style="font-family: Arial;"> metros</span></st1:metricconverter><span style="font-family: Arial;"> de longitud, pese a faltarle una porción de su parte
anterior (la denominada “cabeza” del fémur). Su longitud total alcanzaría
seguramente algo más de </span><st1:metricconverter productid="1,3 m"><span style="font-family: Arial;">1,3 m</span></st1:metricconverter><span style="font-family: Arial;">. Para hacernos una idea, sólo los elefantes
africanos machos de mayor talla poseen un fémur de estas dimensiones, por lo
que la talla del elefante de Buelna bien podría superar los </span><st1:metricconverter productid="3,5 metros"><span style="font-family: Arial;">3,5 metros</span></st1:metricconverter><span style="font-family: Arial;"> altura a la cruz y su peso rondaría quizá las 6 o 7
toneladas. El grado de desgaste dental nos indica, además, que se trataba de un
individuo de edad avanzada, rebasando seguramente los 50 años en el momento de
su muerte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">El elefante de “defensas rectas”, tal
como se conoce en español a la especie <i>Palaeoloxodon antiquus</i>, a la que
pertenece el ejemplar de Buelna, era uno de los mayores mamíferos que poblaron
Europa durante el Cuaternario, llegando a alcanzar los </span><st1:metricconverter productid="4 metros"><span style="font-family: Arial;">4 metros</span></st1:metricconverter><span style="font-family: Arial;"> de altura a la cruz. Como su nombre indica, sus
defensas (mal llamadas “colmillos”), eran prácticamente rectas, además de muy
largas. A diferencia del mamut lanudo, este elefante no nos ha proporcionado
ningún resto congelado ni momificado, por lo que no conocemos su aspecto
externo, acerca del cual tan solo podemos hacer suposiciones. Dado que es una especie
que vivió en épocas templadas y cálidas, se supone que su cuerpo debió estar
desprovisto de pelo y que sus orejas debieron ser grandes, a semejanza de las
de los elefantes africanos y asiáticos actuales, ya que las orejas grandes les
sirven para disipar el calor corporal (en el mamut lanudo, por el contrario, las
orejas eran muy pequeñas para evitar la pérdida de calor corporal).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">Este elefante vivió en épocas en las
que el paisaje estaba cubierto de bosque (caducifolio o mediterráneo), y llegó
a distribuirse por gran parte de Europa. Convivió con otras especies exóticas
como hipopótamos y rinocerontes, tal como se ha constatado en numerosos yacimientos
tanto de la cuenca mediterránea como de Inglaterra y Holanda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">Respecto a su distribución temporal, <i>Palaeoloxodon
antiquus</i> es una especie típica del Pleistoceno Medio siendo relativamente común
durante los episodios interglaciares desde hace unos 800.000 años hasta hace
unos 100.000 años. Después de esta época prácticamente desaparece, sobreviviendo
tan sólo en el sur de la península Ibérica y posiblemente en Italia. Los
ejemplares más modernos que se han encontrado corresponden a algunos yacimientos
españoles y portugueses y se sitúan en torno a los 40.000 - 35.000 años antes
del presente. El espécimen de Buelna se intentó datar por carbono 14, pero los
resultados obtenidos fueron incoherentes, quizá debido a una contaminación de
la muestra. Guy Mary atribuye la edad de los niveles sedimentarios que
contenían los restos de este elefante al último episodio interglaciar (entre
hace unos 130.000 y 114.000 años), lo cual es coherente con las condiciones
ambientales en las que vivía esta especie. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">El elefante de defensas rectas ha sido
detectado en casi una veintena de yacimientos españoles. Sin salir de Asturias,
un ejemplar encontrado en San Cucao de Llanera, en la década de </span><st1:metricconverter productid="1950, ha"><span style="font-family: Arial;">1950, ha</span></st1:metricconverter><span style="font-family: Arial;"> proporcionado numerosos restos, entre los que se
encuentran un fragmento craneal y un molar aislado, que se exponen en el Museo
del Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo. No obstante, los
yacimientos más insignes de esta especie son los sorianos de Torralba y
Ambrona, en los que se han hallado los esqueletos parcialmente conservados de
numerosos ejemplares, constituyendo una de las mayores acumulaciones de restos
de este elefante a nivel mundial. Muchos de estos esqueletos están expuestos in
situ, en un espectacular museo al aire libre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">Como sabemos, en Europa, ya no existen
grandes mamíferos desde hace miles de años. ¿Cuáles fueron las causas de la
desaparición de los elefantes, mamuts rinocerontes e hipopótamos en nuestras
tierras? Este sigue siendo uno de los temas más debatidos en los círculos
científicos internacionales. Aunque aún no se ha llegado a una respuesta concluyente,
parece claro que los importantes cambios en el clima y la vegetación ocurridos
a lo largo del Cuaternario han sido determinantes en la supervivencia de estas
especies. Por último, la presión de los grupos humanos sobre las poblaciones de
estos animales, quizá ya debilitadas por los cambios ambientales, parece haber
tenido también una importante influencia en su desaparición al final del
Pleistoceno. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">Diego Álvarez Lao</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">Profesor de Paleontología, Departamento
de Geología, Universidad de Oviedo. </span></div>
Diego J. Álvarez Laóhttp://www.blogger.com/profile/05176129896391670390noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1727537829365927544.post-2591338016192223852014-05-26T03:37:00.001-07:002015-11-04T05:27:21.156-08:00VI International Conference on Mammoths and their Relatives<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEignd1wnRrQ8l7qfZl1RYqxQngjAvO-nUD8U5hQqdwlT4sxK3Lbibp6eKX2FVGYB4vdK6ErUltbWGt4rWgSTIwMhna6F0YLSMvGBsuLY0aUSmdSw4FhZ5aj9FGarPAahXETqmghIWDlclIr/s1600/Presentaci%C3%B3n+congreso.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="137" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEignd1wnRrQ8l7qfZl1RYqxQngjAvO-nUD8U5hQqdwlT4sxK3Lbibp6eKX2FVGYB4vdK6ErUltbWGt4rWgSTIwMhna6F0YLSMvGBsuLY0aUSmdSw4FhZ5aj9FGarPAahXETqmghIWDlclIr/s1600/Presentaci%C3%B3n+congreso.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Los pasados días 5 al 9 de mayo de 2014 se celebró en las localidades de Grevena y Siatista, en Macedonia Occidental (Grecia), el congreso “VIth International Conference on Mammoths and their Relatives” En él nos dimos cita 190 participantes, la mayoría especialistas en proboscídeos o en grandes mamíferos cuaternarios, procedentes de casi todos los rincones del planeta, incluyendo Australia, India, China, Sudáfrica, Canadá o Brasil, aunque el grueso de los participantes éramos europeos, estadounidenses y rusos. Estos congresos, que se celebran cada 3 o 4 años, son ocasiones muy especiales para poder reunirte con los grandes especialistas en el tema, presentar resultados de nuestras investigaciones, proponer colaboraciones y otro tipo de “negocios”. Grandes nombres como Dick Mol, Adrian Lister, Dan Fisher, Ralf-D. Kahlke, Gary Haynes, Alexei Tikhonov o Raman Sukumar, entre muchos otros, estaban allí presentes. Desde un punto de vista más “humano” constituyen una oportunidad para reencontrarte con amigos a los que, debido a la distancia, sólo puedes ver cada varios años (aunque mantengas contacto regular con ellos por correo electrónico).<br /><br />Se presentaron un total de 152 comunicaciones (80 comunicaciones orales y 72 posters) que abordaron temas de lo más diverso, en los que los proboscídeos tenían mayor o menor presencia. Los mamuts tuvieron un importante protagonismo, cuatro de las sesiones de comunicaciones orales y muchos de los posters versaron sobre estos animales. También otros proboscídeos más antiguos, de edad Mio-Pliocena (dinoterios, gonfoterios, mastodontes, etc.) tuvieron importante protagonismo. Los elefantes actuales también tuvieron su presencia, especialmente en lo referente a los problemas de conservación. También hubo una sesión especialmente dedicada a los fenómenos de insularidad y al consiguiente desarrollo de elefantes “pigmeos” en islas del Mediterráneo y de California.<br /><br />Mi contribución, que fue la única de España, se centró en los yacimientos de </span><a href="http://naturalezaprimigenia.blogspot.com.es/2013/12/el-yacimiento-pleistoceno-de-jou-puerta_12.html"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Jou Puerta</span></a><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"> y la </span><a href="http://naturalezaprimigenia.blogspot.com.es/2013/06/el-yacimiento-paleontologico-de-cuerres_20.html"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Rexidora</span></a><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">, ya presentados en entradas anteriores de este blog, que incluyen restos no sólo de mamut lanudo sino de otra fauna asociada muy interesante. El buen grado de conservación de los materiales llamó la atención de muchos de los asistentes y, posteriormente, tuve ofertas de equipos británicos, rusos y suecos para colaborar en estudios de ADN fósil.<br /><br />Otras contribuciones que siempre causan gran expectación son las que ofrece la delegación rusa, concretamente los hallazgos de animales momificados, procedentes del permafrost siberiano. Este año se presentaron los resultados del estudio del mamut Yuka, un ejemplar juvenil extraordinariamente bien conservado, el mamut de Malyi Lyakhovski Island, con la trompa mejor preservada que se conoce, y de tres momias de bisontes, dos de ellas excepcionalmente bien conservadas. Estos hallazgos proporcionan datos interesantísimos, no sólo sobre su anatomía, sino también sobre su modo de vida, alimentación y demás. Una información muy relevante que nos permite conocer muy detalladamente a estos mamíferos extintos. </span><br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyjafT-SY4B5UwSnoFantDC7dzCME0SP2u4V6hVuN6VxDAr6q9GOuXKTKULxTdH_2IMUK5ZqH_KusuVnmaqlaKKxd78Uio5hwXyHyi0Q4VcU_gkxaprRnVv9lAbers07DKB6yAdFkbryhU/s1600/Im%C3%A1genes+congreso.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="467" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyjafT-SY4B5UwSnoFantDC7dzCME0SP2u4V6hVuN6VxDAr6q9GOuXKTKULxTdH_2IMUK5ZqH_KusuVnmaqlaKKxd78Uio5hwXyHyi0Q4VcU_gkxaprRnVv9lAbers07DKB6yAdFkbryhU/s1600/Im%C3%A1genes+congreso.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">
</span><br />
<div align="left" class="yiv5885654889msonormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"><span style="font-size: x-small;">1. Defensas de
mastodonte de Milia, Grecia (Foto: Diego Álvarez Lao); 2. El mamut Yuka (Foto:
B. Buigues, </span><a href="http://www.dailymail.co.uk/sciencetech/article-2124991/Siberian-mammoth-Yuka-Ice-Age-creatur-perfectly-preserved-10-000-years.html" target="_blank"><span style="font-size: x-small;">source</span></a><span style="font-size: x-small;">); 3. Momia de bisonte de Chukotka (Foto: P. Nikolskiy, </span><a href="http://www.mammothconference.com/uploads/7/5/8/2/7582970/93_nikolskiy_shidlovskiy.pdf" target="_blank"><span style="font-size: x-small;">source</span></a><span style="font-size: x-small;">);
4. Trompa del mamut de Malyi Lyakhovski Island (Foto: S. Grigoriev, </span><a href="http://www.mammothconference.com/uploads/7/5/8/2/7582970/43_grigoriev_etal.pdf" target="_blank"><span style="font-size: x-small;">source</span></a><span style="font-size: x-small;">). <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-size: small;">
</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br />
<br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Hubo también dos sesiones de campo. En la primera de ellas visitamos el centro en el que se exponen los espectaculares restos de mastodontes hallados en el yacimiento de Milia, Grecia, donde se recuperaron dos esqueletos parciales, uno de los cuales posee las defensas de proboscídeo más largas conocidas en el registro fósil, alcanzando nada menos que 5,02 metros! La otra salida de campo tuvo lugar en la inmensa mina de lignito a cielo abierto de Ptolemaida. La descomunal excavación que supone esta mina ocasionalmente deja al descubierto restos de grandes mamíferos Pleistocenos, entre los que se encuentra un esqueleto parcial de elefante, que se exponen en un museo creado en las dependencias de la propia mina. </span><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br />Con respecto a uno de los temas más “mediáticos” sobre los mamuts lanudos, que es el que concierne a su clonación, Adrian Lister lo dejó claro: mejor orientar nuestros esfuerzos y nuestros medios en conservar a los elefantes actuales (cuya situación es alarmante) que gastar dinero y tiempo en intentar revivir una especie extinta, algo que, aunque quizá sea posible en un futuro no muy lejano, actualmente es inalcanzable. <br /><br /><br />El próximo congreso tendrá lugar en 2017. Hay tres localizaciones posibles: México, Moscú o India. Esperemos que el éxito de convocatoria sea tan elevado como en esta ocasión. <br /><br />Enlace a la página oficial del congreso: <a href="http://mammothconference.weebly.com/">http://mammothconference.weebly.com/</a> </span></div>
Diego J. Álvarez Laóhttp://www.blogger.com/profile/05176129896391670390noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-1727537829365927544.post-29954503772756743842014-03-14T04:57:00.000-07:002014-03-14T04:57:58.270-07:00Hallazgo de un cráneo de bisonte de estepa en la cueva de La Rexidora (Cuerres, Ribadesella, Asturias)<br />
<div style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">Las excavaciones del magnífico
yacimiento paleontológico<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de la Cueva de
la Rexidora no dejan de depararnos sorpresas. Durante las labores llevadas a
cabo en noviembre de 2013, se recuperó un cráneo de bisonte de estepa en buenas
condiciones de conservación. Este cráneo constituye el más completo de esta
especie recuperado hasta ahora en Asturias y uno de los mejores de la península
Ibérica.</span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEge2SYk-GCm1Tl_8DNrNVo6V2JK1tkAVAbOTNwkYnngiYucVJsT1erZfS3qG9Mn3j2cdkm8iCMiLUMCtsXDZgV7T5MZIqe6Up2NiH7A4emmzFdKqhk0fofaNMJ34esphGB99N6khcT3GPea/s1600/Cr%C3%A1neo+bisonte+1R.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEge2SYk-GCm1Tl_8DNrNVo6V2JK1tkAVAbOTNwkYnngiYucVJsT1erZfS3qG9Mn3j2cdkm8iCMiLUMCtsXDZgV7T5MZIqe6Up2NiH7A4emmzFdKqhk0fofaNMJ34esphGB99N6khcT3GPea/s1600/Cr%C3%A1neo+bisonte+1R.jpg" height="200" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cráneo de bisonte de estepa (<em>Bison priscus</em>) Foto: Diego J. Álvarez Lao</td></tr>
</tbody></table>
<div style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">El cráneo de La Rexidora conserva la
mayor parte del neurocráneo, (incluyendo el frontal, el occipital, la base del
cráneo, la cavidad cerebral y las bases de los núcleos óseos de los cuernos),
una buena parte del lateral derecho del esplacnocráneo (incluyendo la órbita
ocular y el maxilar derecho), el hueso nasal y una gran porción del núcleo del
cuerno derecho. El ejemplar se encuentra, por tanto, en un grado de
conservación bastante bueno, lo cual le confiere una alta singularidad teniendo
en cuenta que los cráneos, en general, y los de grandes herbívoros, en
particular, son unos elementos anatómicos bastante frágiles y sólo
excepcionalmente se encuentran bien conservados. A nivel de la península
Ibérica, únicamente el cráneo procedente de la sima de Kiputz IX (Guipúzcoa),
publicado hace tres años, ha presentado un grado de conservación superior.</span><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFLSTVFRRhnofDdFQwDmVsw_xKZdHvMe2_gfgkopPWdqIKZ6Wwh0ZEMbpPXzP4ClvASQXMdoKCKT2IRJJobXY-sKwncJXFjTY-LzWFPOIar7kQFkPIVS9wl7sXu_gF5lzRYnV9faRMT1jN/s1600/Cr%C3%A1neo+bisonte+2R.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFLSTVFRRhnofDdFQwDmVsw_xKZdHvMe2_gfgkopPWdqIKZ6Wwh0ZEMbpPXzP4ClvASQXMdoKCKT2IRJJobXY-sKwncJXFjTY-LzWFPOIar7kQFkPIVS9wl7sXu_gF5lzRYnV9faRMT1jN/s1600/Cr%C3%A1neo+bisonte+2R.jpg" height="234" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cráneo de bisonte de estepa (<em>Bison priscus</em>): vista superior<br />
Foto: Diego J. Álvarez Lao</td></tr>
</tbody></table>
</div>
<br />
<div style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">Las labores de excavación y extracción
requirieron de cuidados extremos, pues la pieza se <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>encontraba en condiciones de extrema
fragilidad, muy humedecida y decalcificada al estar en permanente contacto con
barro muy húmedo a lo largo de milenios. Fue necesario realizar una cubierta
protectora de espuma de poliuretano para intentar extraerlo en las mejores
condiciones posibles. No obstante, y a pesar de la perfecta protección externa
que se realizó, la pieza se extrajo en numerosos fragmentos de tamaño medio y
pequeño (más de 200), lo que requirió un trabajo de restauración largo y
laborioso que se extendió a lo largo de un mes y medio. En primer lugar se
lavaron las piezas una por una y con extremo cuidado (al estar decalcificadas
se deshacían con mucha facilidad), para retirar todo resto de sedimento
arcilloso. Posteriormente se procedió a su consolidación y, seguidamente, se
comenzó la labor de reconstrucción, dificultada por el pequeño tamaño de muchas
de las piezas y por la compleja anatomía del cráneo del bisonte. </span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLo_MYnp_BnrH43pmHtwPGLc_SswQj4atB2EwVxzx8COfAGtbqvqYdaDRGlbtXadIIr6AgZWJfC-PDTTqW9z80LMozTj3gHLKOvcX9Fw_QW3ehHjlCZYf5y7QRmshkamE_7O2FUOCsq-GS/s1600/Cr%C3%A1neo+bisonte+3R.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLo_MYnp_BnrH43pmHtwPGLc_SswQj4atB2EwVxzx8COfAGtbqvqYdaDRGlbtXadIIr6AgZWJfC-PDTTqW9z80LMozTj3gHLKOvcX9Fw_QW3ehHjlCZYf5y7QRmshkamE_7O2FUOCsq-GS/s1600/Cr%C3%A1neo+bisonte+3R.jpg" height="156" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cráneo de bisonte de estepa (<em>Bison priscus</em>): vista lateral<br />
Foto: Diego J. Álvarez Lao</td></tr>
</tbody></table>
<div style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">La campaña de excavación de 2013 en
este yacimiento se enmarca dentro del proyecto de investigación “Estudios paleoambientales
de los episodios fríos del Pleistoceno Superior en la región cantábrica a
partir del yacimiento de la cueva de La Rexidora (Cuerres, Ribadesella)”,
financiado por la Universidad de Oviedo y dirigido por quien escribe estas
líneas. Este proyecto, cuyo título abreviado en inglés es “Ice Age in
North-West Iberia”, nace con la intención de caracterizar con la mayor
precisión posible las condiciones ambientales que reinaron en el área cantábrica
durante la última glaciación, a partir de la abundante información ya <table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguZIRTPXBBEeoEDDgz3fQPPgWbCZxzq1mCuFitLf8fBajEwXKabp3is72K_WkgB-sDleU5xQRk2_aHWiOpzA2ULT3MpQreFjJ2Pa0AFTaMb598L5441HOB7DJpBDFS4Tu7akiPNrtiyS_R/s1600/Logo+proyecto+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguZIRTPXBBEeoEDDgz3fQPPgWbCZxzq1mCuFitLf8fBajEwXKabp3is72K_WkgB-sDleU5xQRk2_aHWiOpzA2ULT3MpQreFjJ2Pa0AFTaMb598L5441HOB7DJpBDFS4Tu7akiPNrtiyS_R/s1600/Logo+proyecto+2.jpg" height="130" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Logotipo del proyecto. <br />
Ilustración: Diego J. Álvarez Lao</td></tr>
</tbody></table>
publicada
y de la investigación en curso del yacimiento de La Rexidora, que sigue
proporcionándonos datos sorprendentes. Como logotipo del proyecto hemos elegido
al rinoceronte lanudo, una de las especies más emblemáticas de la Edad del
Hielo de la que, en los últimos años, hemos tenido la suerte de recuperar
abundantes restos excepcionalmente bien conservados en varios yacimientos del
ámbito cantábrico (Jou Puerta y La Rexidora, entre otros).</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiNlAYqr8zUly9YgTybztuPYuqdv-tmScI_oEis5eHjzQyb-PC4oVnY-mQMM-RoeYx24hgGF-QxTR5BdBGC1vtNbijDKQ765mG71C-YYVZZ2ZnRYZEFdYmX4AzrWhRoeCJK-Sf2vJcurDv/s1600/Restauraci%C3%B3n+cr%C3%A1neo+bisonte+R.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiNlAYqr8zUly9YgTybztuPYuqdv-tmScI_oEis5eHjzQyb-PC4oVnY-mQMM-RoeYx24hgGF-QxTR5BdBGC1vtNbijDKQ765mG71C-YYVZZ2ZnRYZEFdYmX4AzrWhRoeCJK-Sf2vJcurDv/s1600/Restauraci%C3%B3n+cr%C3%A1neo+bisonte+R.jpg" height="444" width="640" /></a></div>
<br />
<div style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">Las excavaciones en la cueva de La
Rexidora, además del citado cráneo, han proporcionado hasta la fecha un
conjunto de más de 150 huesos de esta especie extinta de bisonte, la mayor
parte de ellos en un excelente estado de conservación, pertenecientes a varios
individuos. Otras especies halladas en el yacimiento (<a href="http://naturalezaprimigenia.blogspot.com.es/2013/06/el-yacimiento-paleontologico-de-cuerres_20.html" target="_blank">ver entrada anterior</a>) son
la hiena, el ciervo y el rinoceronte lanudo. La presencia de esta última nos
indica que la acumulación de huesos corresponde a un momento de intenso frío de
la última glaciación</span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfQ4uA8p_Vw6tfcxsQz2161w3ZGc-UlZtV_55csuz-y2cCYSj8g0w2eTxt-lECN59AaxJ4RxmyuRZCI_qSbzaBKjG1VE-OHi8mwKZIe6GkuUSWVjQUmt1n6FDdrXp_BDvBF6BNQTZEwAc2/s1600/Bison+priscus.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfQ4uA8p_Vw6tfcxsQz2161w3ZGc-UlZtV_55csuz-y2cCYSj8g0w2eTxt-lECN59AaxJ4RxmyuRZCI_qSbzaBKjG1VE-OHi8mwKZIe6GkuUSWVjQUmt1n6FDdrXp_BDvBF6BNQTZEwAc2/s1600/Bison+priscus.jpg" height="311" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Bisonte de estepa / Steppe Bison / <em>Bison priscus</em><br />
Dibujo: Diego J. Álvarez Lao</td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-family: Arial;"></span><br />
<span style="font-family: Arial;"></span><br />
<div style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">El bisonte de estepa (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Bison priscus</i>) es una especie extinta
que desapareció de Europa, Asia y Norteamérica hace unos 10.000 años. Su
aspecto se asemejaría al del bisonte europeo actual (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Bison bonasus</i>), aunque su talla era apreciablemente mayor (hasta
2,7 metros de longitud y casi 2 metros de altura al hombro). Sus cuernos
poseían una talla muy superior a cualquiera de los bisontes actuales, llegando
a alcanzar 1,2 metros de envergadura entre punta y punta. A pesar de ser una
especie más afín al bisonte europeo (un animal de bosque), sus hábitos serían
más semejantes a los del bisonte americano, pues era un habitante de las
estepas que se alimentaba básicamente de vegetación herbácea. Esta especie ha
sido, además, una de las más representadas artísticamente por el hombre del
Paleolítico, tanto en arte rupestre como mueble. Se han hallado numerosas
representaciones paleolíticas de bisontes a lo largo de toda Europa, destacando
las de Altamira (Santillana del Mar) y Covaciella (Cabrales) por su belleza y
grado de detalle. Gracias a la minuciosidad de aquellos artistas podemos
conocer, por ejemplo, que el bisonte de estepa poseía una elevada crin de pelo
oscuro, característica que, de otro modo, no podríamos conocer, ya que estos
rasgos no fosilizan. </span></div>
<br />
<div style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">El cráneo de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Bison priscus</i> de la Rexidora constituye, por tanto, una pieza de
alta singularidad y de relevante valor científico para comprender cómo eran las
poblaciones ibéricas de esta especie durante el Pleistoceno Superior. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">La noticia en los Medios:</span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Universidad de Oviedo: </span><a href="http://www.uniovi.es/-/investigadores-de-la-universidad-de-oviedo-recuperan-el-craneo-de-un-bisonte-del-pleistoceno-en-una-cueva-de-ribadesella"><span style="color: blue; font-family: Calibri;">http://www.uniovi.es/-/investigadores-de-la-universidad-de-oviedo-recuperan-el-craneo-de-un-bisonte-del-pleistoceno-en-una-cueva-de-Ribadesella</span></a><span style="font-family: Calibri;">
</span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Vídeo (Universidad de Oviedo): <span lang="PT-BR" style="mso-ansi-language: PT-BR;"><a href="http://www.uniovi.es/-/investigadores-de-la-universidad-de-oviedo-recuperan-el-craneo-de-un-bisonte-del-pleistoceno-en-una-cueva-de-ribadesella#prettyPhoto/2/"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"><span style="color: blue;">http://www.uniovi.es/-/investigadores-de-la-universidad-de-oviedo-recuperan-el-craneo-de-un-bisonte-del-pleistoceno-en-una-cueva-de-ribadesella#prettyPhoto/2/</span></span></a></span><span lang="PT-BR"> </span></span></div>
<span style="font-family: Calibri; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">Agencia SINC. <a href="http://www.agenciasinc.es/Noticias/Recuperan-el-craneo-de-un-bisonte-de-la-Edad-del-Hielo-en-una-cueva-de-Ribadesella"><span style="color: blue;">http://www.agenciasinc.es/Noticias/Recuperan-el-craneo-de-un-bisonte-de-la-Edad-del-Hielo-en-una-cueva-de-Ribadesella</span></a></span>Diego J. Álvarez Laóhttp://www.blogger.com/profile/05176129896391670390noreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-1727537829365927544.post-950633625427871192013-12-12T02:00:00.000-08:002013-12-25T03:25:38.765-08:00El yacimiento Pleistoceno de Jou Puerta (Llanes, Asturias) (parte II)<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">El estudio paleontológico de la cueva de Jou Puerta acaba
de publicarse en la revista científica Palaeogeography, Palaeoclimatology,
Palaeoecology (ver enlace al final), sus principales resultados se resumirán en
las siguientes líneas. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Los fósiles se hallaban dispersos en una acumulación
de derrubios (arcilla y piedras, fundamentalmente) que, a lo largo del tiempo,
irían entrando en la cueva y rellenándola hasta terminar por taponar la entrada
a la cavidad. <table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhb3J095w5qXsuoMREwZjU_Dixg_Fnl2G9hyphenhyphenm16iCPO3is6HWJz2g0_u3jKMX95VSc-aD7a1U5qrhkxJr00lu4GxUDyMTQZ8ojRLfb58bzl4tLvLlUYPIqHaGBV_VSSwnX8mTL0aTnkaseg/s1600/Secci%C3%B3n+Jou+Puerta+R.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhb3J095w5qXsuoMREwZjU_Dixg_Fnl2G9hyphenhyphenm16iCPO3is6HWJz2g0_u3jKMX95VSc-aD7a1U5qrhkxJr00lu4GxUDyMTQZ8ojRLfb58bzl4tLvLlUYPIqHaGBV_VSSwnX8mTL0aTnkaseg/s1600/Secci%C3%B3n+Jou+Puerta+R.jpg" height="275" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><div align="left">
Sección de la dolina y cueva de Jou Puerta, indicando la disposición </div>
<div align="left">
de los depósitos principales. Ilustración: Diego Álvarez Lao</div>
</td></tr>
</tbody></table>
El origen de la acumulación fósil está en relación con una trampa
natural, es decir, una sima o pozo natural donde los animales caían y morían
(bien por el golpe o bien de inanición, al no poder salir de allí) y sus restos
se acumularon y se conservaron a lo largo de los miles de años. Tenemos
importantes pruebas que nos confirman esta hipótesis: en primer lugar, la
morfología de la cavidad nos da una pista fundamental, pues se trata de una
dolina (cavidad con forma de embudo) en cuyo fondo se abre un gran agujero que
comunicaba con la cueva situada debajo. Los animales que caían accidentalmente
en la dolina (de paredes muy verticales) llegaban directamente a la cueva, sin
poder salir de allí. En segundo lugar, el grado de conservación de los huesos
es, en la mayoría de los casos, muy bueno, lo cual resultaría imposible en el
caso de que fuesen humanos o carnívoros quienes aportasen los huesos al
yacimiento (los depredadores, tanto humanos como carnívoros, destrozarían los
huesos en fragmentos pequeños para extraer la médula o incluso comerse los
propios huesos, en el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>caso de las
hienas).<o:p></o:p></span><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxBE8t3qdcHdvym2e8CY1jiWSKVLIlR2NjuCc8yjUS_eWCiBN0FTmmOEmtkQrxkQRw9lNW3-Ix8ybHx5PxVXkdcfsLMudAp7c8ymaZhqUPQepBY331UH1tzPrAUmtNTMB9Th31RcRKjhBr/s1600/Midiendo+h%25C3%25BAmero+rinoceronte+R.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxBE8t3qdcHdvym2e8CY1jiWSKVLIlR2NjuCc8yjUS_eWCiBN0FTmmOEmtkQrxkQRw9lNW3-Ix8ybHx5PxVXkdcfsLMudAp7c8ymaZhqUPQepBY331UH1tzPrAUmtNTMB9Th31RcRKjhBr/s1600/Midiendo+h%25C3%25BAmero+rinoceronte+R.jpg" height="146" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><div align="left">
Midiendo un húmero de rinoceronte</div>
<div align="left">
lanudo. Foto: Diego Álvarez Lao</div>
</td></tr>
</tbody></table>
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">El conjunto de especies presentes en el yacimiento
es otro aspecto de gran interés, ya que hay dos especies claramente indicativas
de clima frío: el rinoceronte lanudo y el mamut lanudo. La presencia de estas
especies, por sí misma, le confiere ya un interés muy elevado al yacimiento,
pues nos indica que el depósito de los restos se produjo en un momento de clima
muy frío y árido. La edad de los fósiles se ha datado por el método del Carbono
14, proporcionando un rango de edad entre 30.000 y 36.000 años de antigüedad,
lo que coincide con el denominado Estadio Isotópico 3, un episodio de la última
glaciación en el que acontecieron momentos de clima extremadamente frío a nivel
global. La presencia de estas dos especies en yacimientos ibéricos no es
frecuente, lo que le aporta un interés adicional al hallazgo.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Desde el punto de vista paleontológico, el
yacimiento nos ha proporcionado uno de los conjuntos<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmqPzS1LVXvXFd_Thxp-eNKNuq5SKMYMZDgnPpQK9yUS1ib0Ca0i2J8DZMWe0lujj2WHIbOo8cUp0lczfpKl-0a1i0rzAlCIsf_yhzuMmTjNtvPhtNPZIXxpo385mC08O2LH0ofjYO0r9L/s1600/Montaje+huesos+rino+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmqPzS1LVXvXFd_Thxp-eNKNuq5SKMYMZDgnPpQK9yUS1ib0Ca0i2J8DZMWe0lujj2WHIbOo8cUp0lczfpKl-0a1i0rzAlCIsf_yhzuMmTjNtvPhtNPZIXxpo385mC08O2LH0ofjYO0r9L/s1600/Montaje+huesos+rino+2.jpg" height="224" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><div align="left">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Algunos restos de rinoceronte lanudo de Jou Puerta: molares</span></div>
<div align="left">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">superiores, mandíbula, húmero, "mano" derecha y extremidad</span></div>
<div align="left">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">anterior izquierda. Foto: Diego Álvarez Lao.</span></div>
</td></tr>
</tbody></table>
más completos de restos de
rinoceronte lanudo (<em>Coelodonta antiquitatis</em>) hallados en la Península Ibérica, con un total de 105 restos
correspondientes a un total de 3 individuos (2 jóvenes y un adulto viejo).
Entre los restos destacan una mandíbula inferior, muy bien conservada, numerosos
dientes aislados, restos de una extremidad anterior bastante competa,
vértebras, una pelvis y otros restos de casi todas las partes del cuerpo.
Destaca un húmero de extraordinario tamaño y robustez, que ha resultado ser uno
de los de mayor talla conocido en el registro fósil de esta especie. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Otra especie de gran interés es el mamut lanudo (<em>Mammuthus primigenius</em>), del
cual tan solo se han recuperado cuatro restos dentales de un ejemplar infantil:
se trata de una defensa (mal llamada “colmillo”) y tres fragmentos de un molar,
correspondientes a un pequeño individuo que murió cuando tenía un año y medio o
dos de edad. <table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQkLDr5Sa8xmMqdsOPZWx24FczyRtZdjAMNDXwn8oxBajla8hHvDfZLYVAIOCQvVdHbWeN41J1tSDEaBIhGDawhvTA2cgcoOuICyOCUc-DV6CQOd4Qsn9Q5okKIL81Ar_b7pWMW9WYTmD-/s1600/Huesos+rino.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQkLDr5Sa8xmMqdsOPZWx24FczyRtZdjAMNDXwn8oxBajla8hHvDfZLYVAIOCQvVdHbWeN41J1tSDEaBIhGDawhvTA2cgcoOuICyOCUc-DV6CQOd4Qsn9Q5okKIL81Ar_b7pWMW9WYTmD-/s1600/Huesos+rino.jpg" height="177" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><div align="left">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Distribución de algunos de los restos de rinoceronte lanudo</span></div>
<div align="left">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">hallados en Jou Puerta. Foto: Diego Álvarez Lao.</span></div>
</td></tr>
</tbody></table>
En Siberia se hallan con cierta frecuencia restos de “bebés” de
mamut, ocasionalmente congelados. Se trata, muy posiblemente, de individuos de
se separaron accidentalmente de la seguridad de su manada y se vieron envueltos
en situaciones peligrosas que les llevaron a la muerte. En el caso de Jou
Puerta, el pequeño mamut, que seguramente se despistó de su manada, se cayó por
la dolina sin que ningún miembro de su grupo pudiese advertirle del peligro.
Sus restos se conservaron en la cueva y nos cuentan su historia. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSQ7HdbQFFToQab0EPgVIOCnG8a-ZJCquf7mYlnnY1UJOxkZ1jcYDuMgSF_ydOx0oW015c8nz5e5BC0W3tTjCYpgNvhkfzCm6y8iMNM_ppASoeXzUA6tzX2zL5c8BWtMQogqrs0697M-B5/s1600/Megaloceros+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSQ7HdbQFFToQab0EPgVIOCnG8a-ZJCquf7mYlnnY1UJOxkZ1jcYDuMgSF_ydOx0oW015c8nz5e5BC0W3tTjCYpgNvhkfzCm6y8iMNM_ppASoeXzUA6tzX2zL5c8BWtMQogqrs0697M-B5/s1600/Megaloceros+2.jpg" height="320" width="298" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Megaloceros y fragmento de asta hallado en Jou Puerta.<br />
Foto y dibujo: Diego Álvarez Lao</td></tr>
</tbody></table>
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Otra especie de gran interés presente en este
conjunto es el megaloceros o ciervo gigante (<em>Megaloceros giganteus</em>), cuya talla es mayor que el actual
alce, del que se han recuperado algunos fragmentos de una de sus descomunales
astas. Tan sólo otros 9 yacimientos ibéricos han proporcionado, hasta la fecha,
restos de este gran ciervo, por lo que este hallazgo presenta gran relevancia.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">También es destacable la presencia del leopardo, el
único carnívoro presente en el yacimiento, que nos ha dejado un molar de leche.
<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Uno de los puntos de mayor interés de este conjunto
fósil es su composición faunística: aunque, como hemos visto, hay presencia de
especies claramente indicativas de frío, el conjunto está dominado por el
ciervo, una especie que es más abundante en los momentos templados. También la
presencia de corzo suele estar asociada a climas templados. Esto da lugar a una
particular situación de mezcla de faunas, que difiere de la típica “fauna del
mamut” que habitaba Europa Central y Siberia durante la última glaciación y que
estaba compuesta en su práctica totalidad por especies propias de clima frío.
Este carácter de “mezcla de faunas”, no obstante, se ha registrado ya en otros
yacimientos ibéricos, principalmente del norte, lo que parece indicar una
particularidad propia de la fauna de nuestra península durante los episodios
más fríos del Pleistoceno Superior. <o:p></o:p></span><br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwo7SLKkrWUklx3ZYi3nGkGi0z9FXJWcm6HckAgIVy-0iWngQ3I9NmzFWKPUz0evOx7XrtPb6psqOik8KgZJC5SMFXBx8HSNE0g-nA7ktdFUjRFP_Rj64NOooRAUzpGc11dc2Bi3V2nMb0/s1600/Cr%25C3%25A1neo+bebe+mamut+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwo7SLKkrWUklx3ZYi3nGkGi0z9FXJWcm6HckAgIVy-0iWngQ3I9NmzFWKPUz0evOx7XrtPb6psqOik8KgZJC5SMFXBx8HSNE0g-nA7ktdFUjRFP_Rj64NOooRAUzpGc11dc2Bi3V2nMb0/s1600/Cr%25C3%25A1neo+bebe+mamut+2.jpg" height="191" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Piezas de mamut lanudo recuperadas en<br />
Jou Puerta y su ubicación en el cráneo.<br />
Foto e ilustración: Diego Álvarez Lao.</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Por último, podría destacarse otra característica
que nos hablaría de la conducta de los animales: la mitad de los individuos
presentes (en general, de todas las especies) son jóvenes o inmaduros (con
dentición de leche). Este hecho también podría estar de acuerdo con el origen
del yacimiento en relación con una trampa natural, ya que los individuos
jóvenes, al poseer menos experiencia en los peligros de la vida, son más
susceptibles de verse envueltos en situaciones peligrosas que les pueden llevar
a la muerte, como ya se ha indicado para el caso del mamut.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">Las características del yacimiento (tanto en su
génesis como en su composición faunística) son muy semejantes a las del
yacimiento de Cuerres (Ribadesella), ya citado en una <a href="http://naturalezaprimigenia.blogspot.com.es/2013/06/el-yacimiento-paleontologico-de-cuerres_20.html" target="_blank">entrada anterior</a>, cuya
excavación se encuentra actualmente en curso y nos está proporcionando unos
materiales sorprendentes. La información que nos aporten estos dos
excepcionales yacimientos nos permitirán conocer con mucha precisión las
características ambientales de la región cantábrica durante la última
glaciación. </span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;"></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;">Enlace al artículo original: <a href="http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0031018213004677">http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0031018213004677</a> </span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: SimSun; mso-fareast-language: ZH-CN;"></span><br />Diego J. Álvarez Laóhttp://www.blogger.com/profile/05176129896391670390noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-1727537829365927544.post-33100041176721128962013-12-01T23:52:00.001-08:002013-12-26T03:21:26.941-08:00El yacimiento Pleistoceno de Jou Puerta (Llanes, Asturias) (parte I)<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQ9zpeQ928WomXHeye1RX7Y75OnKkkQD5J__7sisZOQxj73sf7WBlF9izSQxsWc5dHmW-0g1IIrzWzYfgmjBl3QWl-0nyFsnShds9fPgBvw0hl0DDQfGU4WKgwlIV8japZdw4nr2UaLCR2/s1600/FIGURAS+huesos2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"></a> </div>
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Tras un parón de dos meses (motivado por el comienzo
del curso académico), vuelvo a retomar el blog y a hablar de las faunas propias
de las épocas glaciares. En esta ocasión voy a tratar de un yacimiento que tuve
la fortuna de poder excavar hace un par de años y que constituye uno de los
mejores conjuntos faunísticos de macromamíferos propios de clima frío, de la
península Ibérica. Se trata del yacimiento de Jou Puerta, situado en la
localidad de Puertas de Vidiago (Llanes, oriente de Asturias), muy notable por
varias causas de las que iré hablando en las siguientes líneas. <o:p></o:p></span><br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgL0jAl6PgndR0SBLPOrpbXj14uDI7DQQ32mVf5fjP1ogaqzPXoOSdPACmQ7SOePDTG2xXo44gpzWmXl5yz_6SpXDBPFPH70xP3TqJ5VBbenyfzy-Kbg3sIUiimM7irbdv06GdGPYkPzP4t/s1600/Entrada+cueva+retocada+RR.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgL0jAl6PgndR0SBLPOrpbXj14uDI7DQQ32mVf5fjP1ogaqzPXoOSdPACmQ7SOePDTG2xXo44gpzWmXl5yz_6SpXDBPFPH70xP3TqJ5VBbenyfzy-Kbg3sIUiimM7irbdv06GdGPYkPzP4t/s1600/Entrada+cueva+retocada+RR.jpg" height="246" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><div align="left">
Dolina al fondo de la cual se abre la entrada a la cueva de </div>
<div align="left">
Jou Puerta. Foto: Diego Álvarez Lao</div>
</td></tr>
</tbody></table>
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La acumulación fósil se produjo en una cueva situada
al fondo de una dolina. La cueva, oculta durante milenios, quedó al descubierto
en abril de 2011 a causa de los trabajos de movimiento de tierras realizados en
las obras del Autovía del Cantábrico (tramo Pendueles-Llanes). En una primera
prospección llevada a cabo por la arqueóloga María Noval se descubrió el
notable conjunto de huesos fósiles que estaban extendidos por la superficie de
la cueva, la mayoría de ellos conservados en excelentes condiciones. Tras la
visita a la cavidad por parte de dos paleontólogos de la Universidad de Oviedo
(Miguel Arbizu y yo mismo), se determinó que el elevado valor paleontológico
era evidente, por lo que era imprescindible recuperar dichos restos. Tras los debidos
trámites administrativos, la excavación se llevó a cabo durante el mes de junio
de 2011, a un ritmo muy fuerte, pues tan sólo se pudo contar con un mes para
las labores de campo ya que la obra de la autovía debía avanzar y el tiempo
apremiaba. <table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrrj_EbLiZKtmLvLnx7i6i_6faefv-jC3iaBf1oYtccyfVP8Qfbu9UZBQLsfNIUkIFmrN8mxzPP0Vs9yG3ChcdJM4Qqq_BrmgPo1gM6qCHaXo4WosDTpVY1zu7dIKfi65FsGdI_Ey5ioa6/s1600/Diego+y+Mar%25C3%25ADa+en+la+Cueva+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrrj_EbLiZKtmLvLnx7i6i_6faefv-jC3iaBf1oYtccyfVP8Qfbu9UZBQLsfNIUkIFmrN8mxzPP0Vs9yG3ChcdJM4Qqq_BrmgPo1gM6qCHaXo4WosDTpVY1zu7dIKfi65FsGdI_Ey5ioa6/s1600/Diego+y+Mar%25C3%25ADa+en+la+Cueva+2.jpg" height="176" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><div align="left">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Diego Álvarez y María </span><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Noval examinando</span></div>
<div align="left">
<span style="font-family: Times;">una Pieza. Foto: Javier Calzada</span></div>
</td></tr>
</tbody></table>
La excavación fue realizada por un equipo de 3 personas: una
arqueóloga (María Noval), un geólogo (Guillermo Santos) y yo mismo como paleontólogo.
Nuestra labor consistió en recuperar, con los métodos más adecuados, la mayor
cantidad posible de restos paleontológicos. El trabajo de excavación fue
bastante engorroso, pues el sedimento estaba formado por una arcilla muy húmeda
de difícil manejo. No obstante, la abundancia de fósiles bien conservados era
tal que la satisfacción de excavarlos hacía olvidar todas las incomodidades.
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Algunos de los restos se encontraban en un estado de extrema fragilidad, lo que
obligó a realizarles una “momia” o cobertura de espuma de poliuretano para
poder extraerlos de la cueva sin riesgos y llevarlos al laboratorio, donde se
realizaría la restauración en condiciones controladas. <table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiph_LVNmlPj05f2DknhfLpOex_1jZpk5KSEjcE6SMFZtcOwErUiB1cLLFs8eSrr1nvyM2mR9YqCzKnGhItyug56ZERMQWQZ82abn5k8cKYnUOHsmzCMBWEIpipg_hc6wkHVOQjqqFPl3fb/s1600/Interior+cueva.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiph_LVNmlPj05f2DknhfLpOex_1jZpk5KSEjcE6SMFZtcOwErUiB1cLLFs8eSrr1nvyM2mR9YqCzKnGhItyug56ZERMQWQZ82abn5k8cKYnUOHsmzCMBWEIpipg_hc6wkHVOQjqqFPl3fb/s1600/Interior+cueva.jpg" height="320" width="244" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Cueva de Jou Puerta. Foto: Diego Álvarez Lao</span></td></tr>
</tbody></table>
En otros casos, <table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhycXb-12AatGQDFZfVyoVumYKdlOg6on9suZWW6vn4Q2iLtOgN4KIbZ3lIUlAK3EyvU0gfbjraPy-qurrqYDpXKdvwkzlkzyzWXQkwn20NV35zTY8qmyRN7EP8nC2Bt_6OJWTtzJXkBMKH/s1600/Excavando+Guillermo+y+Diego+R.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhycXb-12AatGQDFZfVyoVumYKdlOg6on9suZWW6vn4Q2iLtOgN4KIbZ3lIUlAK3EyvU0gfbjraPy-qurrqYDpXKdvwkzlkzyzWXQkwn20NV35zTY8qmyRN7EP8nC2Bt_6OJWTtzJXkBMKH/s1600/Excavando+Guillermo+y+Diego+R.jpg" height="155" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><div align="left">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">Guillermo Santos y Diego Álvarez extrayendo </span></div>
<div align="left">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">un húmero </span><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;">de rinoceronte. Foto: María Noval.</span></div>
</td></tr>
</tbody></table>
algunos
huesos se encontraban cubiertos parcialmente por costra estalagmítica, lo que
dificultó en gran medida su extracción, obligándonos a usar “maquinaria
pesada”, como sierras radiales. Por suerte, el volumen de material recuperado
fue muy alto (más de mil restos) y, tras una prospección exhaustiva de toda la
cavidad, se llegó a la conclusión de que se había recuperado prácticamente todo
el patrimonio paleontológico de la cavidad. La suerte que corrió la cueva tras
su excavación fue bastante triste: las obras obligaron a destruirla, pues
estaba situada justo en medio del trazado de la autovía. Además de su valor
paleontológico, la cueva poseía galerías de gran belleza, con desarrollos de
estalactitas y estalagmitas, gours… una lástima. Por supuesto, este tema podría
suscitar un acalorado debate (de hecho, la prensa se hizo eco de ello), pero no
es mi intención entrar en esa polémica. <o:p></o:p></span><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5hkfmguH6gkRavHq-Ah20w-5DnRPMw2WcbTaUZR5_ZUkcgT9aiMhBYduV5Wiv17fP0bSNUaewsDS7tlv3Frsrn-0FOqNENH6uRz0QT0w08gc3CGAcCT5pFF0nXEU5VOSFMO0BsV6Euv6R/s1600/FIGURAS+huesos2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5hkfmguH6gkRavHq-Ah20w-5DnRPMw2WcbTaUZR5_ZUkcgT9aiMhBYduV5Wiv17fP0bSNUaewsDS7tlv3Frsrn-0FOqNENH6uRz0QT0w08gc3CGAcCT5pFF0nXEU5VOSFMO0BsV6Euv6R/s1600/FIGURAS+huesos2.jpg" height="117" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><div align="left">
Pelvis y húmero de rinoceronte lanudo cubiertos parcialmente de costra </div>
<div align="left">
estalagmítica (izda.); cráneo de cabra en superficie. Fotos: Diego Álvarez Lao.</div>
</td></tr>
</tbody></table>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVcg3xQunbYjQ1jV_v-ivqo230nuD0ZB0A5fsEe4i_wG0E0MdU89QaERxMXAqOKwfrbqvAo_Lc3TQBXpPVXaaXxhtB-d9PE3pn4g7ciGUo3V2nKB-QSiFWMYg1fA5BjOU7kIPZVcV5Rxze/s1600/Restauraci%25C3%25B3n+mand%25C3%25ADbula+2R.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVcg3xQunbYjQ1jV_v-ivqo230nuD0ZB0A5fsEe4i_wG0E0MdU89QaERxMXAqOKwfrbqvAo_Lc3TQBXpPVXaaXxhtB-d9PE3pn4g7ciGUo3V2nKB-QSiFWMYg1fA5BjOU7kIPZVcV5Rxze/s1600/Restauraci%25C3%25B3n+mand%25C3%25ADbula+2R.jpg" height="144" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Restauración de una mandíbula de<br />
rinoceronte. Foto: Diego Álvarez Lao</td></tr>
</tbody></table>
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Tras la excavación, vino la fase del trabajo de
laboratorio, que consistió en la limpieza, consolidación, restauración (en
ocasiones, reconstrucción), siglado y elaboración de la base de datos, de los
más de mil restos recuperados. Una labor ardua, pero un auténtico placer poder
trabajar con materiales de semejante calidad. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">A continuación, y ya con el material perfectamente
en condiciones, se procedió al estudio paleontológico de este magnífico conjunto
faunístico, cuyos principales resultados se expondrán en la <a href="http://naturalezaprimigenia.blogspot.com.es/2013/12/el-yacimiento-pleistoceno-de-jou-puerta_12.html" target="_blank">siguiente entrada</a>. <o:p></o:p></span>Diego J. Álvarez Laóhttp://www.blogger.com/profile/05176129896391670390noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-1727537829365927544.post-71636233587332619252013-09-27T05:53:00.001-07:002013-12-25T05:44:47.647-08:00Gamos y otras faunas de épocas interglaciares<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Aunque normalmente en este blog se tratan temas
relativos a la fauna propia de los momentos glaciares, en esta entrada voy a
hacer una excepción para hablar de los episodios interglaciares. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Se conocen como interglaciares las épocas templadas
que acontecieron entre dos glaciaciones. El momento templado actual u Holoceno
constituye, para muchos autores, un interglaciar, aunque otros prefieren
denominarlo “postglacial”, ya que no hay evidencia clara de que vuelva a
producirse otra glaciación. Durante el último interglaciar (acontecido entre
130.000 y 90.000 años antes de la actualidad, aproximadamente) las temperaturas
llegaron a ser superiores a las actuales, encontrándose especies como el
hipopótamo, el macaco y otras indicativas de climas cálidos, en gran parte de
Europa. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La cueva de Camino, perteneciente al conjunto de
yacimientos de Pinilla del Valle (Madrid), ha proporcionado un registro fósil
con una cronología de 90.000 años, correspondiente al final del último
interglaciar. El origen del yacimiento está relacionado con un cubil de hienas,
es decir, que fueron estos carnívoros los que acumularon los huesos dentro de
la cueva. El conjunto faunístico está compuesto principalmente por ungulados
entre los que la especie dominante es el gamo (<i>Dama dama</i>), un cérvido
indicativo de clima templado y ambiente forestal. El resto de las especies de
ungulados presentes incluyen al ciervo, corzo, jabalí, uro, rebeco, caballo y
rinoceronte de estepa. Esta asociación faunística posee gran interés ya que es
la única de esta época que se conoce en el centro peninsular, mientras que
otros yacimientos ibéricos de la misma cronología se sitúan en el margen
mediterráneo. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhwZ8wy9GImamZw0GXKEiQc2jrmNgJj7LjF24V7AELb_3C1qRp2eubzosW8U6pNqjNHXbzb8SN0aKfoaXDitX32Uuo07EZDX0QSVUBwIrwCHX71TeT0Dz5v9Lxg45lI6ZMR7Xixtbq3mVc/s1600/Dama+dama+subspecies+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhwZ8wy9GImamZw0GXKEiQc2jrmNgJj7LjF24V7AELb_3C1qRp2eubzosW8U6pNqjNHXbzb8SN0aKfoaXDitX32Uuo07EZDX0QSVUBwIrwCHX71TeT0Dz5v9Lxg45lI6ZMR7Xixtbq3mVc/s1600/Dama+dama+subspecies+1.jpg" height="320" width="319" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Dibujo: Diego J. Álvarez Lao</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La gran población de gamos constituye el punto de
mayor interés de este yacimiento. Se han podido recuperar más de 600 fósiles de
esta especie que corresponden a un mínimo de 27 individuos. Esta abundancia de
material, unida a la buena conservación de los restos, ha permitido realizar
interesantes estudios anatómicos comparativos y clasificar estos gamos a nivel
de subespecie como <i>Dama dama geiselana</i>. Esta subespecie, en relación con
el gamo actual (del que es su antepasada directa), posee un tamaño ligeramente
superior y unas extremidades más esbeltas y alargadas. Sus astas también son
bastante diferentes, aunque estas no se han conservado en buenas condiciones en
el yacimiento de Camino. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La historia del gamo durante el Cuaternario es muy
interesante. Estos cérvidos se extendieron por toda Europa durante los episodios
interglaciares, mientras que en las épocas glaciares se retiraban a sus
“refugios glaciares”, ubicados en el Mediterráneo oriental y en Asia Menor.
Después de cada periodo glaciar, cuando el clima volvía a hacerse benigno, los
gamos volvían a expandirse nuevamente por Europa paralelamente a la dispersión
de los bosques. Así se fue sucediendo esta expansión y contracción de las
poblaciones de gamos a lo largo del Cuaternario. Sin embargo, tras la última
glaciación, los gamos no volvieron a recolonizar Europa sino que se quedaron
relegados a las mismas áreas en las que se hallaban “refugiados” (Turquía y
Asia Menor, principalmente). Este hecho es muy llamativo ya que el clima
actual, en la mayor parte de Europa, es favorable para su presencia. ¿Cuál fue
entonces la causa de que esta especie no volviese a expandirse por Europa
durante el momento templado actual? No está claro, aunque parece muy posible
que esté relacionado con la expansión del hombre moderno por toda Europa hace
unos 40.000 años. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Los gamos volvieron a colonizar Europa mucho tiempo
después, aunque reintroducidos por el propio hombre. Si bien las primeras
reintroducciones datan, al menos, de la época del imperio romano, la mayor
recolonización se produjo durante los últimos tres siglos. Sobre la historia
“reciente” de los gamos, se acaba de publicar un interesante reportaje, cuya
lectura recomiendo, en la revista National Geographic titulado “Viajes de ida y
vuelta” (número de octubre de 2013, páginas 78-87) en el que se hace una
revisión de los “viajes” de los gamos por Europa y Asia a lo largo del
Cuaternario, a partir de los citados hallazgos de Pinilla del Valle. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Link al artículo original: <a href="http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0031018213000692">http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0031018213000692<o:p></o:p></a></span><br />
<span style="font-family: Arial;">Link a la noticia en National Geographic: <a href="http://www.nationalgeographic.com.es/articulo/ng_magazine/reportajes/8636/viajes_ida_vuelta.html">http://www.nationalgeographic.com.es/articulo/ng_magazine/reportajes/8636/viajes_ida_vuelta.html</a></span>Diego J. Álvarez Laóhttp://www.blogger.com/profile/05176129896391670390noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-1727537829365927544.post-64170716566891242062013-08-23T05:27:00.001-07:002013-08-23T07:16:13.912-07:00Las colecciones de comparación<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Una de las herramientas fundamentales de un
paleontólogo son las colecciones de comparación. Estas se componen de restos de
organismos (huesos, por ejemplo) perfectamente clasificados, que nos puedan
servir de referencia para comparar y clasificar los fragmentos de otros fósiles
que nos encontremos en un yacimiento. Hay también otros instrumentos para
llevar a cabo esta misma labor, como son los atlas de fósiles o los trabajos
monográficos sobre una especie o grupo, que suelen acompañarse de detalladas
fotografías o dibujos. No obstante, una buena colección de comparación siempre
es mucho más informativa y útil. Para los paleontólogos que trabajamos en fósiles
del Cuaternario, los huesos de animales actuales son de mucha utilidad. Es
relativamente fácil conseguir huesos de caballo, de cabra, de vaca o incluso de
animales salvajes como el ciervo, corzo, zorro o jabalí. Estos huesos tendrán
un gran valor a la hora de identificar los fragmentos de hueso de estos mismos
animales que se encuentren en un yacimiento. La compilación de huesos para la
formación de colecciones de comparación es una de las labores de los
paleontólogos que trabajamos en vertebrados del Cuaternario, y he de confesar
que es un trabajo muy entretenido y gratificante. No obstante, para las
especies extinguidas el tema es más complicado: no es posible conseguir un
hueso de mamut actual, ya que hace milenios que se han extinguido. En estos
casos las colecciones de comparación se deben constituir con ejemplares fósiles
(si se tiene la fortuna de conseguirlos) o, en su defecto, con réplicas hechas
en materiales artificiales. Hay especies que, aunque actualmente hayan
desaparecido en extensas áreas geográficas, aún sobreviven en ciertas regiones
restringidas. Este es el caso de, por ejemplo, <table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4ueIHHX_ksSvcUF5ilBEV3CVGMRxUR0IMiPdtSVzKHV9FsMulz6UFcFpzhyphenhyphenFNRSBq_vDzOpQW3hi6pQFLBd9GtsJQBWoM-UOpuzIHRTJNKwuI7PzRJkpELdyargXZZcoBY4WgPEN0pg-S/s1600/Reno+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4ueIHHX_ksSvcUF5ilBEV3CVGMRxUR0IMiPdtSVzKHV9FsMulz6UFcFpzhyphenhyphenFNRSBq_vDzOpQW3hi6pQFLBd9GtsJQBWoM-UOpuzIHRTJNKwuI7PzRJkpELdyargXZZcoBY4WgPEN0pg-S/s1600/Reno+1.jpg" height="180" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Reno (<em>Rangifer tarandus</em>)<br />
Foto: Diego J. Álvarez Lao</td></tr>
</tbody></table>
el reno. En las épocas más frías
de la última glaciación este cérvido se extendía por toda Europa, llegando a
alcanzar el norte de la Península Ibérica (ver <a href="http://naturalezaprimigenia.blogspot.com.es/2013/02/faunas-glaciares-en-la-peninsula_14.html" target="_blank">entrada anterior</a>). Tras el fin
de las glaciaciones, esta especie no desapareció totalmente, sino que
restringió su distribución a las regiones árticas de Escandinavia, Siberia y
Norteamérica. Hoy en día los renos, salvajes o semi-domésticos, aún son
frecuentes en esas zonas. Por eso, nada mejor que aprovechar un viaje a estos
territorios para buscar restos de sus huesos. Precisamente eso es lo que he
tenido la oportunidad de hacer en un viaje a la Laponia noruega realizado hace
un par de semanas. Los renos se encuentran por el verano en las áreas costeras
y es relativamente fácil tropezase con ellos, sobre todo en el zona comprendida
entre las localidades de Alta y Hammerfest. Viajando tranquilamente en coche y
realizando paradas puntuales en las áreas donde se encuentran estos animales,
no hay más que darse un paseo prospectando el suelo y no es difícil encontrar
huesos de esta especie (tal como puede ocurrir en los campos de Castilla con
los huesos de oveja). <table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZedDb5jGnFJiul3r31OShNKTI8QtQavmuFH7c2AgRd5XrzN85BT5KrVmm6iKY1I77T-hkfb9MG-tO7funSl5Zd-0ZZZadx5TBO_8khLcTHsfS8C3D1Ze5S5L1rR0Ce-pCr9fNJAkIVgZp/s1600/Cr%C3%A1neo+reno2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZedDb5jGnFJiul3r31OShNKTI8QtQavmuFH7c2AgRd5XrzN85BT5KrVmm6iKY1I77T-hkfb9MG-tO7funSl5Zd-0ZZZadx5TBO_8khLcTHsfS8C3D1Ze5S5L1rR0Ce-pCr9fNJAkIVgZp/s1600/Cr%C3%A1neo+reno2.jpg" height="320" width="232" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><div align="center">
Recogiendo huesos de reno </div>
<div align="center">
en Laponia, Noruega.</div>
<div align="center">
Foto: Cristina Heres </div>
</td></tr>
</tbody></table>
En un solo día de recolección fue posible reunir un
interesante conjunto que incluye restos craneales y poscraneales de varios
individuos (ver foto). Una colección de este tipo nos permite, además, estudiar
la variación individual de talla entre machos y hembras o entre individuos
jóvenes y adultos, lo cual proporciona una interesante información de carácter
poblacional. <o:p></o:p></span><br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7bc4WvyE1hvqQ569DbhxYGYowROhByPRzj6z0XD8GTbZL6oCO_U4hYXbjBOzme34ddvoFnJknb5s8kdRK1xwrsKcH1Pi7opLiXzOCpuVkaFfmlqcEOS24lOSq0G9fV3Dd8IcFfPBAMZl0/s1600/Huesos+reno+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7bc4WvyE1hvqQ569DbhxYGYowROhByPRzj6z0XD8GTbZL6oCO_U4hYXbjBOzme34ddvoFnJknb5s8kdRK1xwrsKcH1Pi7opLiXzOCpuVkaFfmlqcEOS24lOSq0G9fV3Dd8IcFfPBAMZl0/s1600/Huesos+reno+2.jpg" height="151" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Restos de reno recopilados en un día.<br />
Foto: Diego J. Álvarez Lao</td></tr>
</tbody></table>
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Las grandes instituciones científicas como
universidades o museos poseen, por lo general, las mejores colecciones de
comparación de ejemplares, tanto actuales como fósiles, recopiladas durante
décadas por personal especializado. Como ejemplo podría mencionar el Museo
Nacional de Ciencias Naturales de Holanda, en Leiden, que posee la mayor
colección del mundo de restos de mamut lanudo, constituyendo un lugar idóneo
para estudiar la anatomía esquelética de esta especie. <o:p></o:p></span>
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Las colecciones de comparación no sólo son útiles al
paleontólogo, sino también al naturalista que tenga interés por clasificar los
restos aislados que se encuentre en el campo o costa, bien sean huesos de
grandes mamíferos, de micromamíferos, de aves, plumas, conchas, escarabajos o
cualquier otro organismo. Pero ojo, sólo se deben recoger siempre que sean
restos de ejemplares <u>ya muertos</u>, pues la vida de un animal es más
valiosa que cualquier colección. Hay que tener en cuenta, además, que los
restos que pertenecen a especies protegidas por la ley (lobos, osos, águilas,
etc.) no deben recogerse, sino que se debe informar de su hallazgo a las
autoridades. Teniendo en cuenta estas limitaciones, animo a todo el mundo que
se inicie en la compilación de estas colecciones, un hábito muy entretenido a
la vez que instructivo. <o:p></o:p></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p> </o:p></span></div>
Diego J. Álvarez Laóhttp://www.blogger.com/profile/05176129896391670390noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1727537829365927544.post-35112889949966267882013-06-20T09:01:00.001-07:002014-05-13T02:01:19.104-07:00El yacimiento paleontológico de La Rexidora, en Cuerres (Ribadesella, Asturias): resultados preliminares<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt;">A
continuación se incluye un texto recientemente publicado en la revista “La
Plaza Nueva” (nº 35, páginas 57-59), de Ribadesella, acerca de un nuevo y
extraordinario yacimiento con fauna de la edad del hielo, hallado en en el área oriental
de Asturias. <o:p></o:p></span><br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-ld6GTyzN5rQfxsmSgCJOT67RFq9usXF_xMegElRRgHheGpOJekx6WoGm4kQZXj_EC3GTuE3Hay1XRAVV3JjKpNupwqph5wGOXLMw6943vR6n6HIdUDKt6d1qTG6P6hWoxpeGf9Ly3vBq/s1600/Cr%C3%A1neo+de+hiena+R.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-ld6GTyzN5rQfxsmSgCJOT67RFq9usXF_xMegElRRgHheGpOJekx6WoGm4kQZXj_EC3GTuE3Hay1XRAVV3JjKpNupwqph5wGOXLMw6943vR6n6HIdUDKt6d1qTG6P6hWoxpeGf9Ly3vBq/s1600/Cr%C3%A1neo+de+hiena+R.jpg" height="247" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cráneo de hiena (<em>Crocuta crocuta</em>)<br />
Foto: Diego J. Álvarez Lao</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt;">El área
costero-oriental de Asturias ha sido una de las que más información nos ha
proporcionado acerca de la prehistoria de nuestra región. Este hecho se
fundamenta principalmente en la existencia de grandes masas de rocas calizas
que componen una parte importante de dicho territorio. El clima húmedo y
templado de Asturias propicia la disolución de las calizas dando lugar a un
intenso modelado cárstico que se traduce en la formación de infinidad de cuevas
y simas. Estas cavidades constituyen el medio ideal para que los vestigios de
tiempos prehistóricos se conserven y lleguen hasta nuestros días. En este
sentido, el concejo de Ribadesella ha sido y es clave para conocer los detalles
ambientales y antropológicos de la Asturias prehistórica, preservados en cuevas
tan notables como La Lloseta, Tito Bustillo, Les Pedroses, El Cierro y un largo
etcétera. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt;">En el
verano del pasado año 2012, el hallazgo de un notable yacimiento paleontológico
en la riosellana localidad de Cuerres, durante las obras de acondicionamiento
de un terreno, ha vuelto a poner de manifiesto la importancia de la zona
costero-oriental de Asturias en materia de riqueza prehistórica. Aunque el
estudio está aún en curso, la recuperación de más de 150 restos recogidos en
superficie durante dos visitas a la cavidad nos permite presentar algunos
resultados preliminares y hacer una primera evaluación de su importancia. La entrada
a la cavidad en la que se localiza el yacimiento consiste en una estrecha
chimenea vertical, de unos cuatro metros de altura, que atraviesa una masa de
rocas calizas. Al fondo se encuentra una angosta galería horizontal excavada en
sedimentos arcillosos en los que se conservan numerosos restos óseos de gran
tamaño. Dado que los sedimentos arcillosos se encuentran taponando buena parte
de las galerías secundarias, no es posible aún conocer con claridad la
morfología original de la cavidad, pero tanto el aspecto de la parte visible
como la geomorfología del entorno (en la que no se reconoce la presencia de
cuevas) nos hacen pensar que esté en relación con una sima. Los restos
recuperados, que corresponden en su totalidad a huesos de grandes mamíferos, se
encuentran en un grado de conservación excelente, lo cual nos indica que el
yacimiento no ha sido generado por la actividad de humanos ni de carnívoros ya
que, en ambos casos, los huesos estarían destrozados con objeto de extraerles
la médula, que constituye un alimento muy nutritivo. Además, un primer análisis
de los huesos no ha mostrado presencia de marcas producidas por herramientas
líticas ni por la dentición de carnívoros. Esto, unido a la morfología de la
cavidad, nos sugiere que, con toda probabilidad, el yacimiento se corresponde
con lo que se conoce como una trampa natural, es decir, una sima o pozo natural
en el que los animales se caerían accidentalmente, muriéndose bien del golpe
producido en la caída o bien por inanición, al no poder salir del pozo. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbSpI6_JsWtr6laaLlkdr5mSN8UAcSSEv65oheGueBhPKuiiQ7LkiNtT0VUosUVRYEDtoJ5WnrAtk6nVXbe1-hNBwLGK5-aeLlUgj94sKrF13jkL5qXwUqUiYirbNNSmgEA6QH1v8WZR9b/s1600/Cr%C3%A1neo+bisonte+R.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbSpI6_JsWtr6laaLlkdr5mSN8UAcSSEv65oheGueBhPKuiiQ7LkiNtT0VUosUVRYEDtoJ5WnrAtk6nVXbe1-hNBwLGK5-aeLlUgj94sKrF13jkL5qXwUqUiYirbNNSmgEA6QH1v8WZR9b/s1600/Cr%C3%A1neo+bisonte+R.jpg" height="225" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cráneo de bisonte de estepa (<em>Bison priscus</em>)<br />
Foto: Diego J. Álvarez Lao</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt;">Las
especies presentes en la acumulación de huesos corresponden mayoritariamente a mamíferos
herbívoros entre los que destaca, por su abundancia, el bisonte. Otras especies
presentes son el rinoceronte lanudo, el ciervo y la hiena. Esta última, el
único carnívoro presente en el conjunto, nos ha proporcionado un cráneo con sus
mandíbulas excepcionalmente bien conservados. Respecto a las condiciones
ambientales en la época en que se produjo el depósito de huesos, la presencia
de numerosos restos de rinoceronte lanudo nos indica que el clima era muy frío
y árido, evidenciando que dicho depósito se produjo durante la última
glaciación, época denominada Pleistoceno Superior y conocida popularmente como
la “Edad del Hielo”. Esto es de especial interés ya que no son muchos los
yacimientos asturianos que muestran evidencias de fauna propia de los momentos
glaciares. El rinoceronte lanudo correspondía a un conjunto de faunas entre los
que también estaban el mamut lanudo y el reno. Estas últimas especies se han
encontrado en yacimientos geográficamente cercanos, tanto en evidencias fósiles
como en representaciones rupestres (el reno, sin ir más lejos, aparece
magníficamente representado en la cueva de Tito Bustillo). <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt;">Estas
faunas resultarían espectaculares a nuestros ojos. El ciervo, aunque pertenecía
a la misma especie que el actual ciervo de Asturias (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cervus elaphus</i>), tenía un tamaño mucho mayor, como respuesta al
clima frío en el que vivía. La hiena también correspondía a la misma especie
que la actual hiena manchada africana <table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgr9JSR8xNuvA5GXuB796PDDroKoA8hRHvEjaRuQxwIFiJY4uv_CP1791Xm0HJqlGStTw9mWxjWwGXUDeIxYCjg3J_OhfrlnG2-WSTz2fMPyKxhAYqypHx2z4qzJf48VrS8Eu921_jUYWcV/s1600/Molares+de+rinoceronte+lanudo+R.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgr9JSR8xNuvA5GXuB796PDDroKoA8hRHvEjaRuQxwIFiJY4uv_CP1791Xm0HJqlGStTw9mWxjWwGXUDeIxYCjg3J_OhfrlnG2-WSTz2fMPyKxhAYqypHx2z4qzJf48VrS8Eu921_jUYWcV/s1600/Molares+de+rinoceronte+lanudo+R.jpg" height="126" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Molares de rinoceronte lanudo<br />
(<em>Coelodonta antiquitatis</em>)<br />
Foto: Diego J. Álvarez Lao</td></tr>
</tbody></table>
(<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Crocuta
crocuta</i>), aunque su tamaño y robustez, también condicionados por el clima
frío, eran muy superiores. El bisonte pertenecía a una especie que se extinguió
hace unos 10.000 años, denominada bisonte de estepa (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Bison priscus</i>), cuyo aspecto sería semejante al del actual bisonte
europeo, aunque su talla sería mayor, su joroba más pronunciada y sus cuernos
mucho más grandes. Este bisonte es el mismo que los artistas paleolíticos
representaron magistralmente en tantas cuevas, destacando las de Covaciella y
Altamira. El rinoceronte lanudo (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Coelodonta
antiquitatis</i>), extinguido hace unos 12.000 años, tenía un tamaño semejante
al del actual rinoceronte blanco africano, aunque su joroba era mucho más
elevada, su cuerno nasal mucho más largo y aplanado (como una daga), y su
cuerpo estaba cubierto por un espeso pelaje, como adaptación al clima
extremadamente frío en el que vivía. La presencia de estos animales nos indica
que, en la época en que vivieron, el paisaje asturiano era muy diferente al que
conocemos actualmente. La mayor parte del territorio estaba cubierta por una
vegetación de tipo esteparia en la que los árboles (principalmente coníferas)
serían muy escasos. La vegetación iría desapareciendo conforme aumentaba la
altitud, mientras que las áreas de alta montaña estarían coronadas por los
glaciares. El ambiente sería muy frío y árido, con temperaturas comparables a
las que se pueden encontrar actualmente en el norte de Laponia. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhK8ivwSTv0t15IgDxPVcv_9QOY1JUGIh1VcOtK0FpcDATGMhzXlyhbu7ahA_1rnAkOx4GW6JgNdrHYbPlDGCwvDagFphijL54aUnMaqp_0n2CH6mp9IjAtC0J0kq71_FLsM4k9SJHuhOoM/s1600/Huesos+extremidades+R.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhK8ivwSTv0t15IgDxPVcv_9QOY1JUGIh1VcOtK0FpcDATGMhzXlyhbu7ahA_1rnAkOx4GW6JgNdrHYbPlDGCwvDagFphijL54aUnMaqp_0n2CH6mp9IjAtC0J0kq71_FLsM4k9SJHuhOoM/s1600/Huesos+extremidades+R.jpg" height="178" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><div align="left">
Huesos de bisontes (fila de arriba y centro) y de rinoceronte</div>
<div align="left">
lanudo (Fila de abajo). Foto: Diego J. Álvarez Lao</div>
</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt;">Respecto
a la antigüedad de este yacimiento, la asociación faunística nos sugiere una
posible edad de unos 30.000 a 40.000 años, ya que esta es la franja temporal en
la que, con más frecuencia, se han hallado restos de rinoceronte lanudo en
otros yacimientos de la cornisa Cantábrica. No obstante, la edad no podrá
conocerse con precisión hasta que se realicen dataciones absolutas por el
método del carbono 14, lo cual está previsto para próximas campañas de estudio.
<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt;">Este
hallazgo se suma a otro de características muy similares descubierto un año
antes en la localidad de Puertas de Vidiago, en el vecino concejo de Llanes.
Este yacimiento, cuyo estudio será publicado en fechas próximas, también
correspondía a una trampa natural en la que se acumuló un conjunto de faunas
durante un momento muy frío. A semejanza de la sima de Cuerres, el rinoceronte
lanudo también tenía una presencia muy destacada en dicho conjunto. Ambos
yacimientos, ubicados en el área costero-oriental asturiana, poseen un alto
valor paleontológico y nos han aportado una información de primer orden para
comprender las condiciones ambientales de Asturias durante los momentos más
fríos de la última glaciación. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt;">Diego
J. Álvarez Lao. Profesor de Paleontología de la Universidad de Oviedo.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
Diego J. Álvarez Laóhttp://www.blogger.com/profile/05176129896391670390noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-1727537829365927544.post-23930756797710113692013-06-02T15:03:00.000-07:002013-06-03T01:00:43.060-07:00Ser paleontólogo<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 10pt;">En
esta entrada pretendo hablar un poco de la labor del paleontólogo, desde el
punto de vista del estudio de los vertebrados del Cuaternario (que es el que
mejor conozco).<o:p></o:p></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 10pt;">Antes
de nada habría que preguntarse ¿por qué nos resulta atractiva la paleontología?
Aunque es evidente que los fósiles son muy atractivos de por sí, realmente esta
pregunta nos lleva a nuestra niñez. Raro es el niño al que no le resultan
atractivos los dinosaurios. Habrá también muchos a los que les atraigan los
mamuts, los trilobites y, en general, animales espectaculares que ya no
existen. La paleontología excita nuestra imaginación, nos hace pensar en mundos
y seres diferentes pero reales, faunas que habitaron el mismo espacio en que
vivimos nosotros, pero hace muchísimos años. Es una especie de ciencia ficción,
pero no es ficción. Ese matiz de no-ficción es lo que le hace atrayente no solo
a los niños sino también a muchos adultos. Además, es una ciencia en la que
todavía hay mucho por conocer, por lo que la búsqueda de fósiles nos brinda la
permanente oportunidad de descubrir algo nuevo, algún aspecto que nos permite
conocer con más precisión ese mundo fantástico pero real que aconteció a
nuestros pies hace miles o millones de años.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0Hklbp-X04YJmUENJlRPHHU_nn9Ghi_L0mqhU0gPbMoZWpgJiinYbOg5Q15w69XrNxFskK80GMRVLoSQNHzmjVKYzuSqUjBq3nSqlqPaZVw7yO_4ho-_Y8wq4d7aavwavxrrPx8wvqqdk/s1600/Cueva+Blog.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0Hklbp-X04YJmUENJlRPHHU_nn9Ghi_L0mqhU0gPbMoZWpgJiinYbOg5Q15w69XrNxFskK80GMRVLoSQNHzmjVKYzuSqUjBq3nSqlqPaZVw7yO_4ho-_Y8wq4d7aavwavxrrPx8wvqqdk/s1600/Cueva+Blog.jpg" height="183" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Excavando un cráneo en el interior de una cueva<br />
Foto: Javier Calzada</td></tr>
</tbody></table>
<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 10pt;">El
estudio del Cuaternario tiene, desde mi punto de vista, un atractivo adicional:
el Cuaternario es el mundo en el que vivimos actualmente, es mucho más cercano
en el tiempo y sus faunas no son muy diferentes de las actuales, de hecho
muchas de las especies que vivieron durante la edad del hielo aún sobreviven
hoy en día. No estamos hablando de tiempos lejanos, como el Jurásico, donde los
seres que dominaban el planeta (dinosaurios, ictiosaurios, plesiosaurios…) eran
radicalmente diferentes a todo lo que conocemos actualmente, sino de un mundo
muy semejante al nuestro. En el Cuaternario, además, había también especies que
nos resultarían espectaculares si las viésemos hoy, como el ciervo gigante, el
oso de las cavernas, el mamut o el rinoceronte lanudo, las cuales se han
extinguido en tiempos geológicamente muy recientes, hace unos diez milenios o
menos. También hay otras especies que hoy se encuentran relegadas a las
regiones árticas del planeta, como el reno o el buey almizclero, y que hace
unos pocos milenios campaban por nuestra tierra. Resulta también apasionante
para el estudioso del Cuaternario saber que nuestros antepasados <i>Homo
sapiens</i>, anatómicamente idénticos a nosotros, vivían en las cuevas de
nuestra región y compartían el territorio con estos animales, a los cuales
representaron magistralmente en las paredes de las cuevas. Este detalle nos
hace mucho más cercano este mundo tan diferente al que conocemos.<o:p></o:p></span>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 10pt;">La
paleontología del Cuaternario, por ser tan cercana en el tiempo, nos
proporciona una información muchísimo más abundante y precisa, por lo que se
requiere la participación de equipos multidisciplinares que se ocupen de los
diferentes aspectos de cada yacimiento. Para empezar, es necesario el trabajo
de varios <b>paleontólogos</b> que se dediquen al estudio de los fósiles de
diversos grupos de animales: grandes mamíferos, micromamíferos, aves, reptiles,
anfibios, peces, moluscos… (aunque no siempre tenemos la suerte de contar con
especialistas en todos estos campos); los <b>paleoantropólogos</b> se ocupan
del estudio de los fósiles humanos (cuando se tiene la inmensa fortuna de
encontrarlos); los <b>arqueólogos</b> estudian los vestigios de actividad
humana en el yacimiento (restos de herramientas líticas, restos de
alimentación, arte rupestre, etc.). Otros especialistas cuya aportación es muy
importante son los <b>palinólogos</b>, (estudian el polen y esporas y, por
consiguiente, la vegetación que había), los <b>antracólogos</b> (estudian los
carbones vegetales), los <b>sedimentólogos</b> (estudian el origen de los
sedimentos en los cuales se hallan los fósiles), los <b>restauradores</b>
(encargados de reconstruir y consolidar las piezas que se han extraído), los <b>geocronólogos</b>
(que nos van a decir con precisión cuál es la edad de los fósiles) y otros. En
los equipos, además de especialistas, también suele haber un buen número de
estudiantes que ayudan en las tareas de excavación, lavado del sedimento,
limpieza de las piezas, restauración de las piezas, siglado, realización de
bases de datos, etc., al tiempo que van aprendiendo. Así que los equipos de
Cuaternario solemos constituir una “gran familia”, aunque no siempre tenemos la
suerte de poder reunirnos equipos tan grandes de especialistas.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 10pt;">Los
yacimientos cuaternarios pueden ser de diversos tipos, aunque la mayoría de
ellos corresponden a dos <table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimMYQvUnaxKNJz9coclPgp-gsPpaK4csNaoplRpGfaNyirXlLDGK7gHItq4GQpTC-Dekl6zz9Gyirsy7AYb95D4Kz5aDmu-imE4z_iktntlaLGawDdSXoBHDFwqP-Sod2ytSuuAwcVROnf/s1600/Pinilla+blog.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimMYQvUnaxKNJz9coclPgp-gsPpaK4csNaoplRpGfaNyirXlLDGK7gHItq4GQpTC-Dekl6zz9Gyirsy7AYb95D4Kz5aDmu-imE4z_iktntlaLGawDdSXoBHDFwqP-Sod2ytSuuAwcVROnf/s1600/Pinilla+blog.jpg" height="283" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Excavación al aire libre en Pinilla del Valle (Madrid)<br />
Foto: Diego J. Álvarez Lao</td></tr>
</tbody></table>
tipos principales: yacimientos al aire libre y cuevas.
Los yacimientos al aire libre frecuentemente correspondieron originalmente a
cuevas o simas que, con el tiempo, colapsaron y dejaron sus sedimentos
expuestos al exterior. Este es el caso, por ejemplo, de los yacimientos de
Pinilla del Valle. Las condiciones de trabajo son más fáciles, aunque uno se
expone a los imprevisibles agentes atmosféricos: calor excesivo (las
excavaciones se realizan normalmente en verano), lluvia, etc. En el interior de
las cuevas el tema se complica más, pues a menudo el terreno es más abrupto y
hasta peligroso. Hay que contar, además, con iluminación eléctrica y con una
vestimenta impermeable que nos permita resguardarnos de la humedad, así como un
casco que nos proteja de las (frecuentes) colisiones con estalactitas y otros
accidentes del terreno. Pero todas las dificultades se olvidan rápidamente en
el momento que nos enfrentamos a la excavación del terreno, momento realmente
emocionante en el que comienza la búsqueda de vestigios que llevan ocultos
desde hace milenios, restos que nos van a dibujar un paisaje con sus animales,
sus plantas, sus pobladores humanos, su tipo de vida, etc. Es, realmente, una
continua sucesión de sorpresas, nunca sabes si un centímetro más abajo vas a
encontrar el diente de reno que te indique que el clima era glacial, o el molar
de hiena que te confirme que la cueva estuvo habitada por estos grandes
carnívoros, o la herramienta de piedra que dé testimonio de que allí vivieron
los neandertales... Este es, sin duda, otro de los aspectos que hacen tan
atractivo el trabajo del paleontólogo. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 10pt;">Tras
el trabajo en el yacimiento viene la fase del laboratorio: nuestros “tesoros”
han de ser lavados, consolidados (es decir, endurecidos para que no se disgreguen),
reconstruidos (si es necesario), y siglados. Y, por último, el trabajo del
verdadero especialista, es decir, la identificación, clasificación, estudio e
interpretación de los restos extraídos. Esta parte suele culminar con la
publicación de artículos científicos en revistas internacionales, para que toda
la comunidad científica pueda conocer nuestras investigaciones. Posteriormente
viene la fase de divulgación, en la que el yacimiento se da a conocer al
público por la vía de conferencias, televisión, periódicos, revistas,
exposiciones, etc. Esta fase es realmente muy importante para que los ciudadanos
tomen conciencia del valioso patrimonio que tienen bajo sus pies. También es
muy importante para despertar vocaciones en algunos niños y jóvenes que quizá
empiecen a orientar su vida con el objetivo de convertirse en paleontólogos. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 10pt;">Una
pregunta que posiblemente puede estar ahora en la cabeza de quienes lean esto
es la siguiente: ¿es posible vivir de la paleontología?” Mi respuesta sería que
sí. Aunque, como toda labor investigadora, requiere un gran sacrificio
personal, mucha motivación y, sobre todo, mucha paciencia. Hay que tener claro
en todo momento que nos queremos dedicar a esto. Al principio es normal que pueda
haber dudas, pero cuanto más se profundiza en la investigación, más se lea y
más se conozca, uno acabe por “engancharse” cada vez más y más de su tema de
investigación. Si ocurre así, uno puede estar seguro de que está en “el camino”
y no perdiendo el tiempo. Sólo resta hacer bien el trabajo y tener paciencia, y
el tiempo acaba dando sus frutos. </span></div>
<br />Diego J. Álvarez Laóhttp://www.blogger.com/profile/05176129896391670390noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1727537829365927544.post-60402082290167179452013-05-15T14:18:00.002-07:002013-05-15T14:26:57.362-07:00El rinoceronte lanudo en la península Ibérica<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10pt;"><span style="color: black;">Ya hemos
hablado extensamente de la denominada “fauna del mamut” en</span> <a href="http://naturalezaprimigenia.blogspot.com.es/2013/02/faunas-glaciares-en-la-peninsula.html" target="_blank">entradas anteriores</a>.
<span style="color: black;">También hemos comentado que durante los episodios de frío más intenso del
Pleistoceno Superior, este particular conjunto de faunas se desplazó hacia el
sur alcanzando la península Ibérica. Hoy vamos a hablar de otro de sus más
famosos y emblemáticos integrantes, el rinoceronte lanudo (<i>Coelodonta
antiquitatis</i>). Junto con el mamut lanudo comparte, entre otras cosas, el
triste destino de ser una de las especies, que se extinguió al final de las
glaciaciones. El rinoceronte lanudo poseía un tamaño grande, comparable al
actual rinoceronte blanco africano. Como peculiaridades respecto a los
rinocerontes actuales, presentaba una elevada joroba y, lo que le ha hecho más
famoso, una espesa capa de pelo y lana que le recubría todo el cuerpo. Los
ejemplares congelados que se han hallado en Siberia nos han permitido saber que
sus orejas eran muy pequeñas, lo que constituía una perfecta adaptación al
clima frío (evita la pérdida de calor corporal). Poseía dos cuernos, uno
frontal y uno nasal muy largo y aplanado, con forma de cimitarra.<o:p></o:p></span></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLbMlc4e_c67FJq09F-e1ib9cAUlZ_lvqzamuUjMxcAQ_2ZYYHCLRQwYWuQPcyCVaEqfYuwpy1Bgh6SlHKt6RUZyvvsY3xgrjqlJhwTvLgljjXWxeAK4qmSg22v6_jRzFCkZP5Ev9Ckc_t/s1600/Rino+lanudo+R.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLbMlc4e_c67FJq09F-e1ib9cAUlZ_lvqzamuUjMxcAQ_2ZYYHCLRQwYWuQPcyCVaEqfYuwpy1Bgh6SlHKt6RUZyvvsY3xgrjqlJhwTvLgljjXWxeAK4qmSg22v6_jRzFCkZP5Ev9Ckc_t/s1600/Rino+lanudo+R.jpg" height="148" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Rinoceronte lanudo (<em>Coelodonta antiquitatis</em>)<br />
Dibujo: Diego J. Álvarez Lao</td></tr>
</tbody></table>
<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 10pt;">La
presencia de este gran herbívoro ha sido detectada en un total de 25
yacimientos ibéricos, dos de los cuales se han descubierto en tiempos muy
recientes en Asturias (hablaremos más extensamente de ellos en futuras
entradas, pues nos han proporcionado un material excepcional). Aunque no se ha
llegado a encontrar ningún esqueleto completo, sí que han aparecido algunos
cráneos relativamente bien conservados, así como mandíbulas, huesos de
extremidades y, sobre todo, <a href="http://www.flickr.com/photos/diegoalvarezlao/5524551032/in/photostream" target="_blank">dientes</a>. Estos restos han sido comparados con
ejemplares de otras localidades europeas. </span><span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 10pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: black;">Los análisis morfológicos y biométricos llevados a
cabo en los ejemplares ibéricos nos demuestran que no difirieron significativamente
de los individuos de otras poblaciones</span> europeas, sino que representaron la
parte más occidental del área continua de distribución de esta especie en
Eurasia.</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 10pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Las dataciones nos han
permitido saber que los rinocerontes lanudos entraron por primera vez en
nuestra península hace unos 150.000 años (a finales del Pleistoceno Medio),
aunque tenemos pocos datos de esa época más antigua. La mayor abundancia de hallazgos
de esta especie se registra entre hace unos 40.000 y 30.000 años (estadio
isotópico 3). Los vestigios más modernos de esta especie en la península
Ibérica pueden ser fechados alrededor de los 20.000 años antes de la actualidad.
La presencia de rinoceronte lanudo en la Península Ibérica se correlaciona con
períodos de condiciones climáticas extremadamente frías y áridas, que han sido
documentados previamente en otras fuentes de información paleoclimática. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 10pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Desde el punto de vista
de la paleobiogeografía, su máxima extensión hacia el sur en la Península
Ibérica alcanzó la latitud de Madrid (aproximadamente 40º de latitud norte). No
obstante, la gran mayoría de los hallazgos se restringieron a las regiones del
norte de Iberia (cornisa Cantábrica y Cataluña). <o:p></o:p></span></div>
<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 10pt;">Se
ha analizado también la ecología del rinoceronte lanudo en tierras ibéricas (es
decir, qué otras especies vivían en su mismo entorno y época) y se ha llegado a
la misma conclusión que para el <a href="http://naturalezaprimigenia.blogspot.com.es/2013/02/el-mamut-lanudo-en-la-peninsula-iberica.html" target="_blank">mamut lanudo</a>: el conjunto de especies que
acompañaban al rinoceronte lanudo, según ha podido registrarse en los
yacimientos ibéricos, no estaba formado exclusivamente por otras faunas de
clima frío, como cabría esperar, sino que estaba dominado por especies propias
de un clima más templado, entre las que el ciervo solía ser la más común. Al
igual que se ha argumentado para el <a href="http://naturalezaprimigenia.blogspot.com.es/2013/02/el-mamut-lanudo-en-la-peninsula-iberica.html" target="_blank">mamut</a>, en los episodios de frío y aridez
extremos la fauna del mamut se desplazó hacia el sur, aunque éste no fuese su
hábitat más adecuado, ya que los mantos de hielo cubrían extensas áreas del
centro y norte de Europa, impidiéndoles encontrar pastos. Se desplazaron, por
tanto, en busca de espacios que les proporcionasen alimento, no por el frío en
sí, al que estaban bien adaptados. En este desplazamiento hacia el sur, la
fauna del mamut procedente del norte no pudo desplazar a los habitantes
“autóctonos” de la península, por lo que se mezclaron con ellos. Esta
particular mezcla de especies, que no refleja la típica composición de la fauna
del mamut y que, hasta la fecha, tan solo se ha registrado en nuestra península,
apoya la idea de que el rinoceronte lanudo, al igual que el mamut lanudo, solo
llegó al territorio Ibérico ocasionalmente, durante los episodios más fríos del
Pleistoceno Superior, mezclándose con las faunas autóctonas en vez de
reemplazarlas.<o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
</div>
<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 10pt;">Link
al artículo original: <a href="http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0277379111001417"><span style="color: blue;">http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0277379111001417</span></a>
<o:p></o:p></span>Diego J. Álvarez Laóhttp://www.blogger.com/profile/05176129896391670390noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1727537829365927544.post-38730937784125161922013-04-08T01:59:00.000-07:002013-04-08T01:59:18.659-07:00Mitos y verdades acerca de los mamuts<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">El hallazgo de restos de
mamuts en Siberia y Europa ha sido objeto de mitos, creencias y leyendas
diversas a lo largo de siglos, hasta que la ciencia consiguió dar explicaciones
lógicas. Vamos a hacer un repaso de algunos de los episodios más llamativos en
la historia del conocimiento de estos gigantes lanudos. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Los primeros en conocer
la existencia de los restos de mamuts lanudos fueron los pueblos nativos de
Siberia. Desde hace siglos estas gentes conocían sus restos, esparcidos por
toda Siberia, que afloran en el terreno durante los veranos cálidos en los que
la superficie del permafrost (suelo permanentemente congelado) se descongelaba
temporalmente. No sólo los conocían sino que, además, les interesaba encontrar las
defensas de mamut, que les proporcionaban el preciado marfil, objeto de
comercio desde hace dos milenios. Las creencias de estos pueblos nativos de
Siberia acerca del origen de los huesos de mamut eran variadas e imaginativas.
Para la mayoría de ellos, estos huesos pertenecieron a ratas gigantes que
habitaban en el subsuelo y que, a semejanza de los vampiros, morían cuando se
veían expuestos a la luz solar. Los dolgans, pueblo de la península de Taymir,
aún hoy mantienen la creencia de que es peligroso perturbar los restos de una
criatura a la que veneraban sus antepasados, por lo que jamás desenterrarían un
mamut, aunque sí pueden recoger las defensas que encuentran en la tundra, para
vender su marfil. Para los dolgan la naturaleza de la tierra es sagrada, les
está incluso prohibido cavar un hoyo para plantar un árbol, creen que es un
sacrilegio. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Otro pueblo indígena del
noreste de Siberia, los Yukagir, mantenían aún en el siglo XIX una imaginativa
teoría sobre los mamuts. Para ellos no eran animales subterráneos, sino que
habían vivido en la superficie terrestre y luego se habían extinguido (hasta
aquí estaban en lo cierto). Según su tradición, sostenían que su tamaño y su
fuerza habían sido su perdición, ya que su voracidad les había llevado a
terminar con todos los árboles de la tierra, transformando el paisaje siberiano
en una tundra desarbolada. Los pantanos y terrenos anegadizos de esta tundra
habrían constituido, además, una trampa mortal, ya que se habrían tragado a los
propios mamuts, cuyos cuerpos se congelarían durante el invierno. Así podían
explicar la abundancia de huesos de mamuts en el suelo siberiano. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Pero los restos de
mamuts no sólo se hallaban en Siberia, sino también en Europa, donde muchos
creían que estos grandes huesos (tanto de mamut como los de otros elefantes
fósiles o incluso de dinosaurios) habían pertenecido a monstruos o a gigantes.
Se cree, de hecho, que el mito de los cíclopes procede del hallazgo de huesos
de mamuts y elefantes, pues su cráneo posee una gran cavidad en posición
central (en la base de la trompa) que, según se creía, podía constituir la
cuenca ocular del único ojo de estos gigantes. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Tanto o más imaginativas
resultan algunas tradiciones de la iglesia, especialmente en España, donde los
restos de grandes vertebrados llegaron a venerarse como reliquias de santos.
Así, en el siglo XV, la iglesia de Valencia sacaba en procesión por sus calles
un molar de mamut que, se creía, era un diente de San Cristóbal. Esta creencia
está más extendida de lo que se cree y aún hoy, en muchas iglesias de España,
se conservan fósiles de grandes vertebrados como reliquias de santos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">No fue hasta finales del
siglo XVII cuando unos restos de mamut hallados en Alemania fueron
identificados, por vez primera, como pertenecientes a un tipo de elefante.
Tampoco faltaron entonces las teorías imaginativas: algunos intelectuales de la
época, como Pedro el Grande, sugirieron que los restos de mamuts hallados en
Europa y Siberia pertenecieron a elefantes extraviados de las tropas de Alejandro
Magno. Otros aseguraban que se trataba de elefantes africanos que habían sido
barridos hacia en norte durante la inundación ocurrida en el diluvio universal,
descrita en la Biblia. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoFtWsJAYQJW1KKrIQDwbgtJPqACP0cZ81LV_dFFDjD4ik9wLjRbiQu32zPRw-fCJP5KF_rLqhyiR20wry7nqjB3vLx4zy8FCep8GiDqDkJ_eI0fHM3Cs_wKbpmXOcqIhymX9iyGm99fUU/s1600/Mamut+Adams.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoFtWsJAYQJW1KKrIQDwbgtJPqACP0cZ81LV_dFFDjD4ik9wLjRbiQu32zPRw-fCJP5KF_rLqhyiR20wry7nqjB3vLx4zy8FCep8GiDqDkJ_eI0fHM3Cs_wKbpmXOcqIhymX9iyGm99fUU/s1600/Mamut+Adams.jpg" height="244" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Primera representación del mamut de Adams, realizada <br />
a partir de descripciones indirectas. <a href="http://webdoc.gwdg.de/ebook/a/2003/petersburg/html/kamtsch5.htm" target="_blank">Fuente</a></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Por fin, a finales del
siglo XVIII, el gran paleontólogo francés Georges Cuvier, realizó un estudio
comparativo concluyendo que los restos de mamut eran diferentes a los del
elefante africano y que estaban adaptados para vivir en el clima frío, lo que
echaba por tierra las teorías anteriores. A comienzos del siglo XIX se recuperó
el primer cadáver de mamut que aún conservaba piel y pelo. Este ejemplar se
descubrió en 1799 aunque, debido a la dificultad para realizar grandes
expediciones de rescate en aquel entonces, no pudo ser recuperado hasta 1806.
Este extraordinario hallazgo se bautizó como el mamut de Adams en honor al
científico que recuperó sus restos, Michael Adams. Cuando por fin llegó al
cadáver del mamut, siete años tras su descubrimiento, sólo pudo recuperar sus
huesos, la mayor parte de la piel y buena parte del pelo. La mayor parte de la
carne había sido arrancada por los habitantes de la zona para alimentar a los
perros; otra parte había sido devorada por osos, lobos y zorros. No obstante,
aquel hallazgo fue el primero que añadió pelo al concepto que entonces se tenía
del mamut, indicando su avanzada especialización al frío. Las defensas del
mamut de Adams fueron vendidas a un mercader de Yakutsk, a quien debemos la
primera y muy fantástica representación<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>de un mamut (que acompaña esta entrada), basada en descripciones
indirectas, en la que se dibujaron las orejas puntiagudas, las defensas
divergentes a ambos lados, sin trompa y con pezuñas que recuerdan más bien a
las de un bóvido. En general, el aspecto recuerda al de un cerdo un tanto
extraño. El mamut de Adams aún se exhibe en el Instituto de Zoología de San
Petersburgo. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Desde entonces, la
abundancia de hallazgos y de estudios minuciosos, especialmente a partir del
siglo XX, nos han ido permitiendo conocer cada vez mejor las características
físicas, modo de vida y demás vicisitudes de estos animales. </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">No obstante, aún hoy existen ciertos tópicos falsos y
ampliamente extendidos sobre los mamuts, como el de que su tamaño era gigante o
que pasaban su vida sobre la nieve y el hielo. El mamut lanudo era un elefante
que desarrolló unas adaptaciones muy avanzadas para vivir en un clima frío y
árido, pero compartía muchos rasgos comunes con el elefante asiático, que es su
pariente vivo más próximo, por ejemplo su talla: la altura del mamut adulto se
situaría aproximadamente entre 2,50 y 3,20 m, muy semejante a la del elefante
asiático. Respecto a su hábitat, hay que tener en cuenta que es un animal
herbívoro, por lo que no podría vivir continuamente sobre los hielos, ya que no
encontraría alimento. Por el contrario, vivía en un paisaje cubierto de
vegetación herbácea, donde los árboles serían muy escasos, conocido como
“tundra-estepa”. En invierno, debido al intenso frío, este paisaje estaría
cubierto de nieve, pero la aridez del clima impediría que la cubierta de nieve
fuera muy gruesa, pudiendo apartarla fácilmente con sus defensas para acceder a
la hierba que crecía debajo. </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Actualmente existe una
ingente literatura sobre los mamuts lanudos, desde publicaciones puramente
científicas hasta literatura para niños, pasando por toda la gama de lecturas
divulgativas. Incluyo aquí debajo las referencias de dos libros, divulgativos
pero rigurosos, que considero indispensables y que, sin duda, permitirán
conocer mejor a estos gigantes lanudos:<o:p></o:p></span></div>
<br />
<span lang="EN-GB" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: EN-GB;"><a href="http://books.google.es/books?id=_6WBlUwYPa8C&printsec=frontcover&hl=es&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false" target="_blank">Adrian M. Lister and Paul G. Bahn, 1994. Mammoths, giants of the ice age.
</a></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><a href="http://books.google.es/books?id=_6WBlUwYPa8C&printsec=frontcover&hl=es&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false" target="_blank">Macmillan, New York.</a> <o:p></o:p></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><a href="http://www.casadellibro.com/libro-mamut-la-historia-secreta-de-los-gigantes-del-hielo/9788425337024/844837" target="_blank">Richard Stone, 2002. Mamut,la historia secreta de los gigantes del hielo. Grijalbo. Barcelona.</a> <o:p></o:p></span></div>
Diego J. Álvarez Laóhttp://www.blogger.com/profile/05176129896391670390noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1727537829365927544.post-64857604053006965292013-03-12T03:00:00.001-07:002013-03-12T03:09:58.668-07:00Los mamuts que llegaron al sur<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">El mamut
lanudo es quizá la especie más emblemática de las glaciaciones. Su paso por la
península Ibérica nos dejó un buen número de restos, tal como se describió en
la <a href="http://naturalezaprimigenia.blogspot.com.es/2013/02/el-mamut-lanudo-en-la-peninsula-iberica.html" target="_blank">entrada anterior</a>, llegando a alcanzar la latitud de Granada, concretamente
el yacimiento de Padul, en su migración hacia el sur durante los momentos más
fríos. Sobre este punto nos detendremos algo más en esta entrada. <o:p></o:p></span><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2oq_tGbg39yXk9CyXEqckA__nA3RmX3apq10lyQmfYwo6qg1J1MaTySoA95psTjuoV639XqNKf96h0JO8j3sxl_oRAeLgGDycRaAsCFHi_DfxEWq-7WXFwnkF-aZ4abQiRhWcId5x52WU/s1600/Mand%C3%ADbula+Padul+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2oq_tGbg39yXk9CyXEqckA__nA3RmX3apq10lyQmfYwo6qg1J1MaTySoA95psTjuoV639XqNKf96h0JO8j3sxl_oRAeLgGDycRaAsCFHi_DfxEWq-7WXFwnkF-aZ4abQiRhWcId5x52WU/s1600/Mand%C3%ADbula+Padul+1.jpg" height="165" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Mandíbula de mamut de Padul<br />
Foto: Diego J. Álvarez Lao</td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La turbera
de Padul es un entorno peculiar, muy diferente de la imagen que nos podemos
hacer del paisaje andaluz. Está situada en Sierra Nevada a una altura entre los
700-800 metros sobre el nivel del mar. Esta altura y el entorno montañoso le
confieren unas condiciones ambientales particulares que, durante los episodios
más fríos del Pleistoceno Superior, permitieron que los mamuts vivieran aquí.
Por aquel entonces, la turbera estaría formada por un terreno anegadizo,
encharcado por zonas, en cuyo entorno crecía una vegetación herbácea idónea
para su alimentación, creando así un enclave especialmente favorable para esta
especie. Eventualmente, algunos de los individuos penetrarían en el interior de
la turbera y quedarían atrapados en este terreno anegadizo. Sus cuerpos se
enterrarían y, tras miles de años, los paleontólogos pudimos tener acceso a sus
huesos muy bien conservados. Estos huesos nos han contado historias
interesantes. En primer lugar, nos han permitido saber que los mamuts poblaron
la turbera de Padul al menos durante un periodo de unos 10.000 años, ya que las
dataciones realizadas nos han proporcionado fechas de entre 30.000 y 40.000
años. No podemos saber con seguridad si se establecieron aquí de forma
permanente durante todo este tiempo, pero sospechamos que no lo hicieron. Uno
de los motivos que nos llevan a esta idea es el hecho de que la talla de los
ejemplares de Padul es igual a la de los mamuts centroeuropeos, con los que se
les ha comparado (hemos podido estimar la altura de uno de los ejemplares granadinos
en 2,7 m). Si los mamuts de Padul hubiesen permanecido durante diez milenios
seguidos, es muy posible que hubieran desarrollado alguna peculiaridad física,
concretamente una disminución de talla, en relación con su posición geográfica
tan meridional y de acuerdo con la regla biológica de Bergmann, de la que ya se
ha hablado en la <a href="http://naturalezaprimigenia.blogspot.com.es/2013/02/el-mamut-lanudo-en-la-peninsula-iberica.html" target="_blank">entrada anterior</a>. Los datos apuntan a que más bien su
presencia debió producirse de forma temporal (durante años especialmente fríos),
o incluso estacional. Esto último tampoco debería parecernos tan improbable,
pues se sabe que los elefantes africanos actuales pueden realizar migraciones
estacionales de cientos de kilómetros en busca de alimento y agua. Más aún, los
renos actuales del norte de Canadá (más conocidos como caribúes) realizan
migraciones de hasta 1.300 Km. al año en busca de pastos adecuados. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Los restos
de Padul nos han indicado que corresponden a, al menos, cuatro individuos (hay
que tener en cuenta que tan solo se ha investigado una reducida parte de la
turbera, por lo que su número real podría ser mucho mayor), constituyendo la
población más numerosa de esta especie conocida hasta ahora en la península
Ibérica. Desafortunadamente no poseemos esqueletos completos, pero sí que se
han podido recuperar tres mandíbulas en muy buen estado, además de una defensa
completa (expuesta en el Parque de las Ciencias de Granada) y numerosos restos
de huesos de extremidades y molares. El estado de desarrollo de sus dientes y huesos
nos ha permitido conocer que los 4 individuos murieron a una edad avanzada, de
entre 43 y 55 años, según los ejemplares. Algunos, además, han mostrado claros
indicios de padecer enfermedades del hueso, tales como artrosis. Esto nos
sugiere que quizá los animales muriesen al caer en la turbera y no poder salir
debido limitaciones físicas propias de su edad o de las enfermedades que padecían.
<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">El yacimiento de Padul presenta también
especial interés por ser el más meridional de toda Europa que nos ha
proporcionado restos de mamut lanudo (situado a la latitud de 37º01’ N), lo
cual marca el límite sur de su distribución en nuestro continente. Tan solo un
yacimiento, situado al otro extremo del gran continente eurasiático (en China),
ha proporcionado restos ligeramente más meridionales de esta especie (a latitud
</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">36º35’N</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">). Las causas de semejante migración, tal como se
apuntaba en la <a href="http://naturalezaprimigenia.blogspot.com.es/2013/02/el-mamut-lanudo-en-la-peninsula-iberica.html" target="_blank">entrada anterior</a>, no estarían relacionadas con el intenso frío,
al que estos animales estaban bien adaptados, sino con la disponibilidad de
alimento: los mamuts migraron al sur durante los momentos más fríos y áridos
buscando los ambientes de tundra-estepa disponibles, cuando el norte y parte
del centro de Europa se encontraban cubiertos por el hielo. <o:p></o:p></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Link al artículo original: <a href="http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0031018209001692">http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0031018209001692</a>
</span></span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">
</span>Algunos de los medios
nacionales que se hicieron eco de esta noticia: </span><a href="http://elpais.com/diario/2009/07/15/futuro/1247608801_850215.html" target="_blank"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El País</span></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">, </span><a href="http://www.elmundo.es/elmundo/2009/07/14/ciencia/1247583306.html" target="_blank"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El Mundo</span></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">, </span><a href="http://www.abc.es/20090715/ciencia-tecnologia-paleontologia-fosiles/mamuts-lanudos-paseaban-granada-200907151559.html" target="_blank"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">ABC</span></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">,
</span><a href="http://www.agenciasinc.es/Noticias/Los-mamuts-prehistoricos-del-sur-y-norte-de-Europa-eran-iguales" target="_blank"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Agencia SINC</span></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">, </span><a href="http://www.lne.es/sociedad-cultura/2009/07/15/mamuts-pasaron-granada/782408.html" target="_blank"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La Nueva España</span></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">, </span><a href="http://archivo.lavozdeasturias.es/html/504108.html" target="_blank"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La Voz de Asturias</span></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">, </span><a href="http://www.elcomercio.es/aviles/20090715/sociedad/mamuts-20090715.html" target="_blank"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El Comercio</span></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">, </span><a href="http://www.muyinteresante.es/ciencia/articulo/los-mamuts-que-vivieron-en-sierra-nevada-eran-similares-a-los-de-centroeuropa" target="_blank"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Muy Interesante</span></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Times New Roman;">
</span></div>
Diego J. Álvarez Laóhttp://www.blogger.com/profile/05176129896391670390noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1727537829365927544.post-79560866591616651332013-02-28T05:03:00.003-08:002013-02-28T05:09:01.593-08:00El mamut lanudo en la península Ibérica<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="color: black;">Durante las glaciaciones del Cuaternario, toda Europa central y gran parte
de Asia estaban dominados por animales propios de clima glacial, un conjunto de
especies conocido como “fauna del mamut”, como se ha explicado en <a href="http://naturalezaprimigenia.blogspot.com.es/2013/02/faunas-glaciares-en-la-peninsula.html" target="_blank">entradas anteriores</a>. En los episodios de frío más intenso, las poblaciones de estas
especies se vieron obligadas a migrar hacia el sur y, de este modo, podemos
constatar la presencia del mamut lanudo <span style="color: black;">(</span><i>Mammuthus
primigenius</i><span style="color: black;">)</span> en la Península Ibérica. </span><span style="color: black;"><span style="color: black;">Los primeros hallazgos de esta especie en tierras ibéricas,
procedentes de unas minas cántabras, se publicaron ya en el año 1877. Desde
entonces hasta hoy, su presencia se ha identificado en 25 yacimientos
peninsulares.</span> <o:p></o:p></span></span><br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9nBJc2vPkPjxizzey2H2HPXglsREPbrLFZMWXHKxvJUqCsQ_GO5Sy9I5MDJAmeWv1xEeAnoebWy9lPaA38MBYYzc7bbJIAmXN1USU2ymRvyWgzbN-z88DrwUgnZ_zAyHZfPOyYV60fiz5/s1600/Cuaderno+ej.+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9nBJc2vPkPjxizzey2H2HPXglsREPbrLFZMWXHKxvJUqCsQ_GO5Sy9I5MDJAmeWv1xEeAnoebWy9lPaA38MBYYzc7bbJIAmXN1USU2ymRvyWgzbN-z88DrwUgnZ_zAyHZfPOyYV60fiz5/s1600/Cuaderno+ej.+1.jpg" height="140" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Mamut lanudo (M<em>ammuthus primigenius</em>)<br />
Dibujo: Diego J. Álvarez Lao</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="color: black;">Aunque estos hallazgos no se correspondan en ningún caso
con esqueletos íntegros, se han preservado restos bastante completos de
mandíbulas, huesos de extremidades, defensas (mal llamadas colmillos) y, sobre
todo, molares. Un estudio anatómico de estos restos nos revela que los mamuts
ibéricos son iguales a los de Europa continental, tras compararlos con una
extensa muestra procedente principalmente del Mar del Norte y otras localidades.
Este hecho presenta cierto interés ya que </span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="color: black;">para muchas especies,
como el ciervo, el oso o el halcón; se ha constatado que las poblaciones de
latitudes meridionales tienen una talla menor que sus poblaciones</span> <span style="color: black;">nórdicas,
como respuesta adaptativa a un clima diferente, de acuerdo con la regla
biológica de Bergmann. En el caso del mamut también <span style="color: black;">podría
ser esperable que su talla fuese diferente, pero </span>no ha sido así, lo que
nos lleva a pensar que muy posiblemente sus poblaciones no hayan estado
asentadas en la península Ibérica durante el tiempo suficiente como para
desarrollar una disminución de talla. Esto sugiere que los mamuts entraron en
la Península durante episodios de tiempo limitado, quizá de forma esporádica
coincidiendo con los momentos más fríos, por lo que su mera presencia no
significa que se haya asentado aquí de forma permanente. <span style="color: black;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<span style="color: black;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="color: black;">La evidencia más antigua del mamut lanudo en
la península Ibérica ha sido datada, con poca precisión, entre finales del
Pleistoceno Medio y comienzos del Superior (entre 150.000 y 100.000 años,
aproximadamente), aunque la mayoría de sus hallazgos se registran principalmente
entre 45.000 y 20.000 años antes del presente (estadios isotópicos 3 y 2),
coincidiendo con las etapas de clima más frío y árido detectadas en los registros
paleoclimáticos. El indicio más reciente de su presencia en el territorio
ibérico procede de una cueva asturiana y se ha datado en unos 17.500 años antes
del presente. La gran mayoría de los hallazgos se sitúan en el norte ibérico
(cornisa Cantábrica y Cataluña), aunque su máxima expansión geográfica alcanzó
la latitud de Padul, en Granada (a 37º N), que constituye el registro más
meridional de esta especie en Europa, sólo superado a nivel mundial por otro
hallazgo procedente de China. <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="color: black;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="color: black;">Respecto a la ecología del mamut en tierras
ibéricas se ha podido constatar un hecho muy interesante: el conjunto de
especies que acompañaban al mamut lanudo, según ha podido registrarse en los
yacimientos ibéricos, no estaba formado por otras faunas propias de clima frío,
como cabría esperar, sino que estaba dominado por especies propias de un clima
más templado entre las que el ciervo solía ser la especie más común. Si bien
otras faunas “glaciales”, como el rinoceronte lanudo o el reno, podían estar
presentes en el conjunto, su proporción era siempre muy pequeña. </span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="color: black;">Durante las glaciaciones, las especies propias de climas templados (como el
ciervo o el jabalí) se refugiaron en las áreas más meridionales de Europa
(penínsulas Ibérica, Itálica y</span> <span style="color: black;">Balcánica), huyendo del frío. Pero en los
episodios de frío y aridez extremos, incluso la fauna del mamut se desplazó
también hacia el sur, aunque éste no fuese su hábitat más adecuado, ya que los
mantos de hielo cubrían extensas áreas del centro y norte de Europa,
impidiéndoles encontrar pastos. No se desplazaron por el frío en sí, al que estaban
bien adaptados, sino por la falta de espacios que les proporcionasen alimento.
Este desplazamiento hacia el sur encontró su límite en la península Ibérica por
cuestiones meramente geográficas: los “visitantes” del norte no pudieron
desplazar a las habitantes “autóctonos” de la península (que no podían cruzar
el estrecho para dirigirse más al sur) y tampoco los sustituyeron, sino que se
mezclaron con ellos.<span style="color: black;"> Esta particular</span> <span style="color: black;">mezcla de especies, que no refleja la típica composición de
la fauna del mamut y que, hasta la fecha, tan solo se ha registrado en nuestra
península, apoya la idea de que el mamut lanudo solo llegó al territorio
Ibérico ocasionalmente, durante los episodios más fríos del Pleistoceno
Superior, dando lugar a una mezcla de faunas frías y templadas, en vez de
producir un reemplazamiento faunístico. </span><o:p></o:p></span></span></div>
<span style="color: black;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="color: black;">Link al artículo original</span>: <a href="http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0277379111003477"><span style="color: blue;">http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0277379111003477</span></a>
<o:p></o:p></span></div>
Diego J. Álvarez Laóhttp://www.blogger.com/profile/05176129896391670390noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1727537829365927544.post-40979471050451312262013-02-20T11:50:00.000-08:002013-03-12T06:15:56.464-07:00Asturias primigenia<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Un fin de semana del pasado noviembre tuve la buena idea de darme un
paseo por el suroccidente Asturiano, una de las zonas más salvajes y
primigenias de la península Ibérica y quizá también de Europa occidental.
Cuando digo primigenia quiero decir que apenas ha sido modificada por la mano
del hombre y que se mantiene prácticamente igual a como debía de estar hace 8.000 o 9.000
años, justo tras la última glaciación, cuando el clima ya era templado y el
hombre apenas había dejado aún su huella en el paisaje. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;">El lugar que tuve la suerte de visitar es el bosque de Monasterio de
Hermo, un inmenso hayedo de más de 1.500 hectáreas que constituye una extensión
del Bosque de Muniellos, formando en su conjunto una auténtica selva de más de
5.000 hectáreas de bosque caducifolio. El haya es el árbol mayoritario en este
bosque, constituyendo uno de los mayores hayedos de la Península Ibérica y de
Europa. En otoño, las hayas, robles y resto de los árboles exhiben toda una variedad
de colores que van desde los ocres dorados hasta los sienas rojizos, pasando
por toda la gama de amarillos y marrones. Una auténtica delicia para la vista. <o:p></o:p></span><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFifotebjQ2QXDSQyFliJmrOheix170miBX6aOhv9wl8ooZaoVka_MNz-AucijcOpJCmQFE8wm9No4vdUZS_urzvGc9Bf3rcmyu_NreGGsP464N4k7_wtCF__6QXAHWgWxzMF7YGodHgS-/s1600/Oso.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFifotebjQ2QXDSQyFliJmrOheix170miBX6aOhv9wl8ooZaoVka_MNz-AucijcOpJCmQFE8wm9No4vdUZS_urzvGc9Bf3rcmyu_NreGGsP464N4k7_wtCF__6QXAHWgWxzMF7YGodHgS-/s1600/Oso.jpg" height="200" width="174" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Oso pardo (<em>Ursus arctos</em>)<br />
Foto: Diego J. Álvarez Lao</td></tr>
</tbody></table>
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La vida animal en el bosque también se encuentra perfectamente
preservada. Todo el camino me acompañó una gran cantidad de aves, como
carboneros garrapinos, carboneros comunes, herrerillos, arrendajos,
camachuelos, pinzones, etc.; que alegraron la vista y el oído. Un lugareño me
explicó que los urogallos aún son frecuentes por la zona, aunque no tuve la
suerte de cruzarme con ninguno. Respecto a los mamíferos, el repertorio fue no
menos numeroso: pequeños mamíferos como ardillas aparecían como duendecillos
por entre las ramas de los árboles, portando sus peludas colas que abultan casi
tanto como sus cuerpos. Los corzos hacían presencia regularmente, cruzándose
por el camino y mostrando sus blancos y llamativos traseros. Lucían su tupido
pelaje invernal y los machos ya habían perdido las astas. A lo largo del camino
me encontré también las huellas de otros mamíferos que pasaron por allí: pisadas
de jabalí, excrementos de zorros, lobos y un gran excremento de oso,
inconfundible por su tamaño y por su contenido (exclusivamente restos de
hayucos). </span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Pero el plato fuerte del día aún estaba por llegar: en un punto del
camino, apenas a unos 30 - 40 metros de mí, apareció el inmenso cuerpo de un
oso comiendo tranquilamente los hayucos del suelo. Tras él, pude ver un osezno
de tamaño mediano, dejando claro que se trataba de una hembra con su cría, ya
crecida. Esto hacía la situación claramente peligrosa, ya que las madres con
oseznos son muy protectoras y pueden ser agresivas. No me hubiera gustado
vérmelas con semejante animal que, a estas alturas del otoño y con su cuerpo
bien alimentado, bien podría pesar más de 150 kilos. Su pelaje era espeso, largo,
de un tono castaño oscuro. En un momento dado, la madre paró de comer y fijó su
vista en mí, con aparente tranquilidad. Me observó durante unos segundos (que
se me hicieron eternos) y decidió que era mejor cambiar de emplazamiento por lo
que, tranquilamente, se dio la vuelta y se adentró con su osezno en lo más
profundo del bosque. Fueron apenas un par de minutos en los que sentí el
verdadero palpitar de la naturaleza más agreste que aún sobrevive en nuestras
tierras. Un par de minutos en los que me trasladé directamente a la
prehistoria, a los tiempos en los que el impacto del hombre aún no había hecho
mella en los ecosistemas naturales. Un par de minutos en los que pude apreciar que la
naturaleza primigenia todavía sobrevive en algunos rincones apartados de nuestra
geografía. <o:p></o:p></span>Diego J. Álvarez Laóhttp://www.blogger.com/profile/05176129896391670390noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1727537829365927544.post-60957125593717912712013-02-14T14:11:00.002-08:002013-02-24T13:43:57.714-08:00Faunas glaciares en la península Ibérica: ¿dónde?<span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Como ya se ha comentado en una entrada anterior (<span style="mso-bidi-font-weight: bold;"><a href="http://naturalezaprimigenia.blogspot.com.es/2013/02/faunas-glaciares-en-la-peninsula.html" target="_blank">Faunas glaciares en la península Ibérica: ¿qué especies y cuándo?</a></span>),
las faunas propias del clima frío o glacial entraron en la península Ibérica
durante los episodios más fríos del Pleistoceno Superior. Un total de 75
yacimientos peninsulares nos han proporcionado restos de algunas de estas
especies que componen la asociación faunística denominada “fauna del mamut”,
típica de las glaciaciones. Las especies que más frecuentemente se han
encontrado en tierras ibéricas son el mamut lanudo (</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial; mso-fareast-language: ES;">Mammuthus
primigenius</span></i><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">), rinoceronte lanudo (</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial; mso-fareast-language: ES;">Coelodonta antiquitatis</span></i><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">) y reno (</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial; mso-fareast-language: ES;">Rangifer tarandus</span></i><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">). En menor medida, también se ha
detectado la presencia del glotón (</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial; mso-fareast-language: ES;">Gulo gulo</span></i><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">), el zorro ártico (</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial; mso-fareast-language: ES;">Alopex lagopus</span></i><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">), el buey almizclero (</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial; mso-fareast-language: ES;">Ovibos moschatus</span></i><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">) y el antílope saiga (</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial; mso-fareast-language: ES;">Saiga tatarica</span></i><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">). Como también se comentó en la entrada anterior, esta fauna del mamut no
estuvo permanentemente en la península durante toda la edad del hielo, sino que
entró en diversas “oleadas”, que coinciden con los momentos de máximo frío
registrados por los indicadores paleoclimáticos. Cada una de estas oleadas tuvo
una extensión geográfica diferente, es decir, la fauna del mamut alcanzó una
dispersión mayor en unos momentos que en otros. <o:p></o:p></span><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1d3BCkdXIPD_DKcjmAReFSAGbQ9TlLqQWn-W73eB3gpoIceahUrKSyaExNJrg6PxF7nwXUxeANMAxaz7MPvab-zHm7mAYqwOMNk0KmphojEqR8cuFON-LmN-iQjlijl-CcBzdyPX0QY8x/s1600/Carib%C3%BA.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1d3BCkdXIPD_DKcjmAReFSAGbQ9TlLqQWn-W73eB3gpoIceahUrKSyaExNJrg6PxF7nwXUxeANMAxaz7MPvab-zHm7mAYqwOMNk0KmphojEqR8cuFON-LmN-iQjlijl-CcBzdyPX0QY8x/s1600/Carib%C3%BA.jpg" height="172" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Reno (<em>Rangifer tarandus</em>)<br />
Dibujo: Diego J. Álvarez Lao</td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Del episodio más antiguo poseemos muy poca información y poco precisa. Así,
los primeros indicios de estas especies (de hace unos 200.000 a 150.000 años),
nos indican su presencia en el norte Ibérico (Asturias, Cantabria, Gerona),
pero también en Madrid, por lo que podemos saber que esta primera “oleada”
llevó a fauna del mamut, al menos, hasta el centro de la Península.
Posteriormente, tras un largo periodo sin datos (coincidiendo con una época
interglaciar), se registra una nueva oleada, aún más extensa que la anterior,
que comienza hace unos 42.000 años y durante la cual el mamut lanudo alcanza el
extremo sur peninsular, siendo localizado en Padul (Granada). En esta época
también hay presencia de mamut en el centro de Portugal. Esta amplia extensión
geográfica nos da una idea de los fríos tan intensos que debieron reinar en
este episodio. El resto de las citadas especies, no obstante, se circunscriben
únicamente a la franja norte peninsular (cornisa Cantábrica y Cataluña) durante
esta época. La tercera y última de estas oleadas se produjo hace unos 25.000
años y terminó hace unos 10.000. A pesar de que este periodo es el que más
huellas nos ha dejado de la fauna del mamut, especialmente del reno, en nuestra
península, su distribución geográfica se restringió exclusivamente al norte
peninsular (cornisa Cantábrica y Cataluña). <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Ciertas características paleogeográficas contribuyeron a facilitar la
entrada de estas faunas en la península Ibérica durante los episodios de frío
intenso. La cordillera pirenaica supuso una barrera natural para la fauna del
mamut que, a pesar de ser muy común en toda Europa continental (incluido el sur
de Francia) siempre fue muy escasa en la península Ibérica, muy posiblemente influido
por la presencia de dicha barrera. Durante los episodios de frío extremo, no
obstante, un enorme volumen de agua se encontraba concentrado en forma de hielo
en las regiones polares y en los glaciares. En consecuencia, el nivel del mar
bajó considerablemente durante estos periodos, hasta situarse unos 120 metros
por debajo del actual. Esta circunstancia produjo la apertura de amplias zonas de
paso el este y oeste de los Pirineos (del orden de 10 a 20 kilómetros de ancho),
facilitando así la entrada de la fauna del mamut en la península. <o:p></o:p></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: Arial;">Link al artículo original: <a href="http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S104061821000159X"><span style="color: blue;">http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S104061821000159X</span></a><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt;">
<span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p> </o:p></span></div>
Diego J. Álvarez Laóhttp://www.blogger.com/profile/05176129896391670390noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1727537829365927544.post-305633115775897732013-02-07T13:20:00.001-08:002013-02-25T12:10:41.516-08:00Bisontes!<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Añado
aquí debajo un texto publicado en la revista <i>Quercus</i> (Nº 323, pág. 4),
del pasado mes de enero, con respecto a los planes de “reintroducción” del
bisonte europeo en diversos puntos de Asturias y Palencia.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Recientemente
se han introducido bisontes europeos en varios puntos de la cordillera
Cantábrica, entre ellos dos cercados de los concejos de Villayón y Siero, en
Asturias, tal y como se describe en el artículo “Reintroducción de especies: ¿por
qué unas sí y otras no?, de <i>Quercus</i> 322 (págs. 24 a 28). Como
paleontólogo especialista en mamíferos del Cuaternario, considero importante
indicar que, hasta la fecha, no existe ninguna evidencia de que bisonte europeo
(<i>Bison bonasus</i>) haya habitado en la Península Ibérica. <o:p></o:p></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgzaRy5BadeIpiQ2PyKBX49mi9oiYwpDaQcXQMwKxQ9KVOqMRF87Uh3PNVH3WMXK7XtNxWEcuTL6_jxBd9dE7QYfR8ZwHd0JsJCSM7Lv9Aw98D6ev526hCT4ZVgUev-v0H90WgFbYJeleW/s1600/Bisonte+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgzaRy5BadeIpiQ2PyKBX49mi9oiYwpDaQcXQMwKxQ9KVOqMRF87Uh3PNVH3WMXK7XtNxWEcuTL6_jxBd9dE7QYfR8ZwHd0JsJCSM7Lv9Aw98D6ev526hCT4ZVgUev-v0H90WgFbYJeleW/s1600/Bisonte+1.jpg" height="156" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Bisonte europeo (<em>Bison bonasus</em>)<br />
Foto: Diego Álvarez Lao</td></tr>
</tbody></table>
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Los
promotores del proyecto argumentan la presencia de esta especie en España, en
tiempos pasados, basándose en la existencia de bisontes pintados en las cuevas
y en alguna supuesta cita histórica, intentando así justificar su “reintroducción”.
Estos argumentos son equivocados ya que el bisonte que habitó en la
Península Ibérica durante el Pleistoceno Superior pertenecía a una especie
diferente, el bisonte de estepa (<i>Bison priscus</i>). Tanto los abundantes
restos fósiles que se han hallado en los yacimientos ibéricos, como las
pinturas rupestres y otras representaciones artísticas, se corresponden
indudablemente con esta especie, que se extinguió hace unos 10.000 años.
Además, y esto es lo más importante, el bisonte de estepa era una especie
propia de espacios abiertos, esteparios, cubiertos principalmente de vegetación
herbácea, que habitó en la Península Ibérica en momentos fríos y áridos del
Pleistoceno en los que el ambiente y el paisaje vegetal eran muy diferentes de
los actuales. El bisonte europeo, por el contrario, es una especie ligada a
ambientes boscosos, por lo que es evidente que los requerimientos ecológicos de
ambas especies eran totalmente diferentes. Por otra parte, las supuestas citas
históricas del bisonte europeo en España son muy dudosas, difícilmente
verificables y, desde mi punto de vista, carecen de valor ante la inexistencia
de registro fósil de esta especie. En definitiva debe quedar claro que la
suelta de bisontes europeos en territorio asturiano no constituye una
reintroducción, sino la introducción de una especie exótica que nunca habitó en
Asturias ni en la Península Ibérica. <o:p></o:p></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Diego
J. Ávarez Lao<o:p></o:p></span></div>
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Profesor
del Área de Paleontología de la Universidad de Oviedo. <o:p></o:p></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p> </o:p></span></div>
Diego J. Álvarez Laóhttp://www.blogger.com/profile/05176129896391670390noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-1727537829365927544.post-18240022952170781232013-02-05T13:26:00.001-08:002013-02-07T13:37:22.071-08:00Faunas glaciares en la península Ibérica: ¿qué especies y cuándo?<span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Durante los episodios más fríos del Pleistoceno Superior (época acontecida
entre los últimos 100.000 y 10.000 años, aproximadamente), las faunas propias
del clima frío o glaciar, que por entonces dominaban gran parte de la Europa
continental, se desplazaron hacia el sur alcanzando regiones tan meridionales
como la península Ibérica. El hallazgo de fósiles de mamut lanudo (</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial; mso-fareast-language: ES;">Mammuthus primigenius</span></i><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">), rinoceronte lanudo (</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial; mso-fareast-language: ES;">Coelodonta antiquitatis</span></i><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">) y reno (</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial; mso-fareast-language: ES;">Rangifer tarandus</span></i><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">) en numerosos yacimientos ibéricos,
da fe de este hecho. Además, otras especies propias de clima frío como el
glotón (</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial; mso-fareast-language: ES;">Gulo gulo</span></i><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">), el
zorro ártico (</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial; mso-fareast-language: ES;">Alopex lagopus</span></i><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">), el buey almizclero (</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial; mso-fareast-language: ES;">Ovibos moschatus</span></i><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">) y el antílope saiga (</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial; mso-fareast-language: ES;">Saiga tatarica</span></i><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">), nos han dejado también sus restos (aunque muy escasos) en ciertos
yacimientos del norte de España. Todas estas especies, en conjunto, forman una
asociación faunística típica de las glaciaciones a la que se ha denominado la
“fauna del mamut” (o mammoth fauna).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Una
visión en conjunto de las dataciones asociadas a estos hallazgos nos refleja
que estos animales llegaron a nuestra península sólo en determinados momentos
especialmente fríos. Así sabemos que hace entre 200.000 y 150.000 años, estos
animales “lanudos” aparecen por primera vez en la escena Ibérica, como nos
indica la presencia de rinocerontes lanudos y renos en ciertos yacimientos de
Asturias, Cantabria y Cataluña.</span><br />
<span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEji2cybSgb1NW4RT-cQwMQlwqZtoZvoeM_X0HYwBFjCdEtYnPQpTaJ4mVyWm_Fe_iLYcHyj49SxMw5lnnKsEwgvRvUKcORX93SJkB8a-gSxP_OTWYTOzxY2scAJiYt6vQkVvvGqsPT1Kez4/s1600/Dibujo+mamut.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><span style="font-family: Times New Roman;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEji2cybSgb1NW4RT-cQwMQlwqZtoZvoeM_X0HYwBFjCdEtYnPQpTaJ4mVyWm_Fe_iLYcHyj49SxMw5lnnKsEwgvRvUKcORX93SJkB8a-gSxP_OTWYTOzxY2scAJiYt6vQkVvvGqsPT1Kez4/s1600/Dibujo+mamut.jpg" height="200" width="191" /></span></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Dibujo: Diego Álvarez Lao</td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-family: Times New Roman;"></span><br />
</span><span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">En esta época temprana, correspondiente al
denominado Estadio Isotópico 6, la presencia de estas faunas es aún muy escasa
y se circunscribe exclusivamente al norte peninsular. Posteriormente, tras un
largo periodo sin datos de estas especies (periodo que coincide con un
interglaciar, por lo que estas faunas se habrían refugiado en latitudes
nórdicas), su presencia vuelve a hacerse notable a partir de unos 44.000 años
antes del presente. Esta época corresponde al denominado Estadio Isotópico 3,
caracterizado por una alternancia de momentos extremadamente fríos y breves
episodios templados. Las faunas glaciares llegan a ser relativamente
abundantes, especialmente en el norte peninsular, llegando incluso a alcanzar
el margen sur durante los momentos de extremo frío (se han encontrado mamuts de
esta edad en la provincia de Granada). A continuación, entre 31.000 y 26.000
años antes del presente, acontece un lapso temporal en el que la fauna del
mamut no se detecta en el paisaje ibérico. Es difícil interpretar esta falta de
información, quizá debida a la ausencia de momentos especialmente fríos o quizá
explicable por un insuficiente registro fósil. Posteriormete, durante el
episodio denominado LGM o “Last Glacial Maximum” (último máximo glaciar), que
corresponde al Estadio Isotópico 2, la fauna del mamut vuelve a ser
relativamente abundante en la escena Ibérica, especialmente entre 25.000 y
18.000 años antes del presente, aunque restringida exclusivamente al norte
peninsular (cornisa Cantábrica y Gerona). El último rinoceronte lanudo
detectado en nuestra península se ha datado en 20.000 años y el último mamut en
17.500 años. El reno perduró algo más, hasta los 10.300 años en un yacimiento
del País Vasco. Posteriormente, el clima se atemperó a nivel global lo cual,
sin duda, contribuyó a la extinción definitiva del mamut lanudo y del rinoceronte
lanudo (aunque no fue la única causa). El reno, el glotón, el buey almizclero y
otros corrieron mejor suerte, no llegando a extinguirse aunque reduciendo su
distribución a las regiones árticas. <o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt;">
<span style="font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Link al artículo original: <a href="http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1040618209000767"><span style="color: blue;">http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1040618209000767</span></a>
<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br />
<o:p> </o:p></div>
<br />
Diego J. Álvarez Laóhttp://www.blogger.com/profile/05176129896391670390noreply@blogger.com0